Las elecciones norteamericanas de hoy

En cierto sentido, nada ha cambiado. Ronald Reagan, que encabeza las encuestas, termina siempre el primero en los soncleos. Walter Mondale, que- empez¨® muy atr¨¢s, contin¨²a arrastr¨¢ndose sin esperanza, en la cola. La elecci¨®n presidencial, salvo en el ¨²ltimo momento de incertidumbre para algunos millones de votantes, est¨¢ prevista, as¨ª como su tediosa conclusi¨®n. Nunca ha sido realmente una carrera y los esfuerzos desesperados para hacerla -el factor Ferraro, el debate televisivo de Kansas City- fueron m¨¢s bien excitantes noticias de periodistas que una verdadera duda sobre el resultado final. Reagan, por suerte o buen juicio, preside en un buen momento econ¨®mico para su pueblo. Esto ha constituido la inconmovible roca de sus perspectivas electorales. Con todo, para este peri¨®dico, como para otras personas que han lamentado siempre las oscilaciones locas 31 las rutas tortuosas de la democracia americana en la ¨²ltima d¨¦cada, la humillaci¨®n de Nixon, el interregno de Ford, el experimento de Carter, puede resultar consolador la reelecci¨®n de un presidente: y una administraci¨®n por cuatro a?os m¨¢s. Hay un tiempo de siembra y otro para cosechar. ( ... )Pero s¨ª el momento no es favorable, los dem¨®cratas, sin embargo, pueden obtener gana.ncias reales. ( ... ) Mondale puede quedar muy atr¨¢s en las elecciones presidenciales. Pero las esperanzas republicanas de barrer en el Congreso han comenzado a declinar. ( ... )

Reagan, con toda probabilidad despu¨¦s de la inauguraci¨®n de su mandato, no por¨¢ mandar y dirigir el Capitolio. ( ... )

Nosotros encaramos el segundo mandato de Reagan con verdadera preocupaci¨®n. El presidente es un hombre viejo. En enero de 1988, al t¨¦rmino de su mandato presidencial, tendr¨¢ 78 a?os. Es demasiado viejo para dirigir la democracia occidental m¨¢s poderosa y crucial. ( ... )

Reagan obtiene la victoria, pero carece de capacidad de renovaci¨®n. (.. .)

5 de noviembre