Los salones privados de 'mam¨¢ Montgomery'

Mam¨¢ Montgomery tiene 70 a?os y una gran familia. Con la ayuda de su muy conocido bast¨®n se traslada de Inglaterra a Abu Dabi, de Singapur a EE UU, de un continente a otro, organizando sus salones privados. Unos salones que son contratados por sectores industriales o por pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que dejan en manos de la se?ora Montgomery la promoci¨®n internacional de su mercado nacional. La importancia de la familia ferial brit¨¢nica Montgomery se traduce en 50 divisiones distribuidas por todo el mundo y en ferias como la de la construcci¨®n de Birmingham, que atrae a la mayor¨ªa de profesionales internacionales del sector.No tienen subvenciones ni ayudas estatales y basan su acci¨®n en la obtenci¨®n de beneficios. Sin embargo, a pesar de que en la mayor¨ªa de pa¨ªses las ferias no son econ¨®micamente beneficiosas, grupos como Montgomery, International Trade Fair (ITF), o Cahners se hacen cada vez m¨¢s grandes organizando salones comerciales. Pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo como Kuwait, Dubai, Singapur o diversas naciones africanas y asi¨¢ticas que no cuentan con instituciones feriales, contratan a las citadas compa?¨ªas para que les organicen sus cert¨¢menes comerciales y consigan expositores extranjeros.

Este tipo de organizaci¨®n ferial, totalmente privada, que tiene su feudo en el Reino Unido y Estados Unidos, contrasta con la v¨ªa espa?ola o alemana, donde las instituciones feriales tienen una base p¨²blica. Estados Unidos es el para¨ªso de las ferias, siempre organizadas por compa?¨ªas privadas. Debido a ello, EE UU no forma parte de la Uni¨®n Internacional de Ferias (UFI), que agrupa a 132 miembros que proceden de 56 pa¨ªses y 109 ciudades.

La Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) es la otra cara de la moneda ferial. La libertad ferial, que permite que se realicen cert¨¢menes similares en distintas ciudades alemanas, no impide que las ferias alemanes sean las m¨¢s prestigiosas y tambi¨¦n las m¨¢s subvencionadas del mundo. Una industria en alza y unos sectores muy fuertes hacen posible la proliferaci¨®n de ferias en la RFA. Los recintos son cedidos por los lander o por los ayuntamientos, y los comit¨¦s feriales cuentan con fuertes ayudas de las administraciones federal y auton¨®mica.

Berl¨ªn tiene una feria que los propios alemanes consideran "especial". Entre sus r¨¦cords tiene el de ser la m¨¢s subvencionada del mundo debido al inter¨¦s del Gobierno de potenciar la imagen de la ciudad. En 1982 recibi¨® una inyecci¨®n econ¨®mica del Gobierno central de 2.000 millones de pesetas, mucho m¨¢s que ninguna otra feria.

Aunque las ferias alemanas reciben todo tipo de subvenciones son tambi¨¦n las m¨¢s caras en el mapa de cert¨¢menes internacionales. Seg¨²n un comerciante espa?ol que expone en las ferias de Franccfort y D¨¹sseldorf, "all¨ª cobran por todo, hasta por aparecer en el registro". Es el precio a pagar por entrar en la elite de expositores. Entre los industriales espa?oles se dice que "el que no va a Alemania no es realmente fuerte".