La lucha de Nicaragua

Para quienes hemos vivido parte de la larga y l¨²gubre noche de Nicaragua, palabras como las de Manuel Vicent en este peri¨®dico el pasado d¨ªa 13 de noviembre son un bal¨®n de ox¨ªgeno, como lo fue el formidable reportaje de Carmen Sarmiento Nicaragua, la revoluci¨®n cercada, de la serie Los marginados, que tanto irrit¨® a ciertas personas de la derecha y al que Juan Cueto calific¨® de "hist¨¦rico" en estas p¨¢ginas.En estos d¨ªas, en que se lucha soterradamente -pero sin poder embaucar a todo el mundo ni ocultar los verdaderos m¨®viles de esta lucha- con u?as y dientes desde ciertos sectores de una complacida y autocalificada intelectualidad de izquierda contra los pueblos que forjan con denuedo su liberaci¨®n y contra los defensores de los mismos (l¨¦ase ¨²ltimamente Benedetti), alegatos como el de Vicent o programas como el de Sarmiento animan a seguir creyendo y apoyando, en la modesta medida que se puede, las causas casi perdidas.

Intelectuales de pacotilla y sal¨®n (autodenominados de izquierda) que seguro est¨¢n buscando con lupa cualquier supuesta violaci¨®n de los derechos humanos, versi¨®n burguesa de los mismos, para servir no al bien de la humanidad, sino de ciertos intereses cada d¨ªa m¨¢s manifiestos, lo mismo que los buscaron, y se sigue haciendo, a otras revoluciones trituradas desde el exterior -Cuba, Vietnam, Angola-, reciben con magistrales pinceladas como las de Vicent y Sarmiento una sonada lecci¨®n.-