Justo empate en el 'derby' vasco

El derby vasco termin¨® en un justo empate. El juego, sin ser brillante m¨¢s que en algunas fases y s¨®lo discreto en el resto, no fue tan desangelado como el ambiente que circund¨® este encuentro. Todas las circunstancias parec¨ªan en connivencia para boicotear lo que suele ser la gran fiesta del f¨²tbol vasco. El calendario hab¨ªa querido que el enfrentamiento fuera en mi¨¦rcoles, los equipos campe¨®n y ex campe¨®n no atraviesan precisamente por momentos de gloria. El encuentro se televisaba y por si ello fuera poco, las circunstancias extradeportivas de todos conocidas hicieron que el p¨²blico se retrayera como para que este encuentro registrara una entrada m¨¢s propia de un partido de la pedrea de la primera fase de la Copa que de un electrizante choque entre los dos representantes de los territorios hist¨®ricos de Vizcaya y de Guip¨²zcoa.El resultado, en todo caso, fue aceptado como justo por las partes, y en esto todos los vascos, incluidos Ormaechea y Clemente, lograron ponerse f¨¢cilmente de acuerdo. La correci¨®n y la nobleza imperaron en el terreno de juego. El Athl¨¦tic tuvo una fase inicial de claro dominio, con una Real muy replegada. Se acentu¨® el dominio a ra¨ªz del gol, de muy bella factura, logrado por Julio Salinas. Despu¨¦s todav¨ªa, en los minutos 16, 20, y 29, antes del empate realista, el Athl¨¦tic tuvo ocasiones de haber aumentado el marcador, con un remate de Noriega que lami¨® el palo, otro de Goikoetxea en buena situaci¨®n, que pas¨® por encima del larguero; y un ¨²ltimo de Miguel Sola, .en excelente remate en plancha.

Pero el gol de la Real, pr¨¢cticamente en su primera acci¨®n de peligro seria, cambi¨® totalmente las tomas del encuentro. Se pas¨® de esa fase en la que al Athl¨¦tic todo le sal¨ªa y los balones parec¨ªan ir con im¨¢n a los pies de los jugadores.