El Barcelona aprovecha el liderato para pulir su esquema

El Barcelona est¨¢ entrando en una etapa fundamental de su vida como equipo en la presente temporada. Ha empezado a adquirir conciencia de todo lo que puede hacer y, por extensi¨®n, de sus l¨ªmites. El Barcelona quiere ser campe¨®n y, por lo que se vio anoche ante el H¨¦rcules, va ajustando, poco a poco, m¨¢s y mejor los caminos que le conducen hacia ese objetivo.No es que se pretenda confundir al aficionado con esta afirmaci¨®n, porque ser¨ªa absurdo plantear la idea de un Barcelona campe¨®n, cuando todav¨ªa falta mucha Liga. De eso sabe mucho la gent blaugrana. Pero lo cierto es que se advierten cada vez m¨¢s los progresos de un conjunto convencido de lo que es, de lo que quiere y de c¨®mo puede lograrlo.

El Barcelona le gan¨® al H¨¦rcules con mucha claridad, aunque el 2-0 no sea el resultado exacto para reflejar el dominio y las oportunidades de que gozaron varios jugadores azulgranas. Los alicantinos no fueron rivales c¨®modos, pero tampoco se cerraron atr¨¢s a ultranza. E incluso en la segunda parte tuvieron una oportunidad de oro, en los pies de Sanabria, que pudo igualar el marcador y cambiar el rumbo del partido.

Sin rayar la perfecci¨®n, pero s¨ª evidenciando deseos y mecanismos para llegar a esta ella, el Barcelona que ha construido Terry Venables camina seguro de su liderazgo, pelea siempre y demuestra que tiene potencia como para ridiculizar al rival y salirse de la tabla. De entrada los jugadores azulgranas salieron a romper el posible cerrojo que plantera el H¨¦rcules, y ya se vio a Bernd Schuster animar a sus compa?eros, robando balones sin eludir el choque, cambiando de juego, buscando a Archibald e intentando la jugada personal.

De esta forma se puede explicar porque los dos goles azulgranas de anoche fueran marcados por dos defensas; el Barcelona que intenta ganar la Liga y saca cinco puntos al segundo clasificado construye un equipo, y si, adem¨¢s, Schuster entra en juego continuamente, mucho mejor. De sus pies sali¨® el primer tanto que encontr¨® el remate imparable de Migueli. El segundo gol ya fue propio de la rabia y el coraz¨®n que pone Julio Alberto en todas sus acciones.