Primera escaramuza de una guerra declarada
La explosi¨®n de una bomba ante la Embajada de Estados Unidos en Bogot¨¢, con resultado de un muerto y tres heridos graves, es s¨®lo una primera escaramuza en la guerra declarada contra los norteamericanos residentes en Colombia por los traficantes de droga, que han amenazado con eliminar a cinco estadounidenses por cada extradici¨®n que sea concedida en virtud del tratado bilateral firmado en 1979.
La delegaci¨®n diplom¨¢tica de EE UU ha tomado tan en serio la amenaza que ha reducido al m¨ªnimo su personal, ha enviado a su pa¨ªs a la mayor¨ªa de sus familiares y ha aconsejado la repatriaci¨®n voluntaria de los norteamericanos que viven en Colombia. Las medidas de seguridad en torno a la canciller¨ªa se han reforzado al m¨¢ximo, y el embajador Lewis Tambs viaja en coche blindado con una fuerte escolta.
El presidente Belisario Betancur ha firmado hasta ahora cinco decretos de extradici¨®n, que afectan a Manuel Antonio Garc¨¦s, Ricardo Pab¨®n, los hermanos Said y Hern¨¢n Botero Moreno.
Washington reclama la extradici¨®n de 78 colombianos acusados de tr¨¢fico de droga, conspiraci¨®n, lavado de d¨®lares, fraude fiscal y falsificaci¨®n de documentos. Al margen de los cinco casos ya concedidos, hay 10 personas de esa lista que se encuentran detenidas, mientras los tribunales analizan sus expedientes, y se ha dictado orden de busca y captura contra 21 ciudadanos m¨¢s.
Hasta abril de este a?o el Gobierno de Betancur se mostr¨® renuente a aplicar el tratado, ampar¨¢ndose en que los ciudadanos colombianos cuya extradici¨®n pide Washington deben ser juzgados primero por los tribunales de su pa¨ªs. El asesinato del ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, el 30 de abril, a manos de profesionales contratados por la mafia de la coca¨ªna, hizo que el presidente anunciara su prop¨®sito de aplicarlo sin vacilaciones.
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