Un m¨²sico dulce
La "facilidad complaciente" que Rostand advierte en el Concierto de Aranjuez, best seller permanente como pueda serlo el Adagio de Albinoni y goloso como ¨¦l, puede predicarse de toda o casi toda la m¨²sica de Joaqu¨ªn Rodrigo, el m¨¢s dotado, a juicio de Dukas, su maestro, de los m¨²sicos espa?oles transe¨²ntes en Par¨ªs y que hoy disfruta del homenaje de Valencia.A menudo el maestro aprecia en el disc¨ªpulo el don que ¨¦l mismo no posee, y en el Aprendiz de brujo -otro best seller- puede hallarse de todo menos un adarme de candor: la naivet¨¦ acompa?a a Rodrigo en la fuerza y en la debilidad de su m¨²sica. Y es el asiento de su f¨¢cil amabilidad.
Se dice que Mozart dec¨ªa que lo "bello tiene el aire f¨¢cil", y, a juzgar por lo bello mozartiano, as¨ª es. Pero el aire f¨¢cil disimula un ser dif¨ªcil: lo que parece regalarnos nos abisma en un laberinto de incertidumbres, atrapados por la inacabable astucia mozartiana. Cuando el aire f¨¢cil, en cambio, declara el ser f¨¢cil, s¨®lo una sencillez franciscana hace el milagro de lo bello: de ah¨ª que las sencillas canciones vehiculen la mejor m¨²sica de Rodrigo.
Nostalgias hist¨®ricas
Otra cosa son las nostalgias hist¨®ricas, en clave de Respighi -m¨²sico de una generaci¨®n anterior-, cuyo lenguaje nos retrotrae acaso a un Borodin incorrupto merced al fr¨ªo de las Estepas: las per¨ªfrasis en torno a Gaspar Sanz y otros de nuestros antepasados ilustran m¨¢s que evocan: est¨¢n m¨¢s cerca del Orff de lo pintoresco que del Ravel de tombeau.
Que esas ilustraciones vengan como anillo a cierto dedo pol¨ªtico de una ¨¦poca dada ni acrece ni mengua su calidad real: el Concierto de Aranjuez, de Joaqu¨ªn Rodrigo, como el Ministerio del Aire, de Luis Guti¨¦rrez Soto, son f¨¢bricas que valen por la firmeza de los oficios que las han levantado.
Optar por lo dulce en tiempo amargo prueba que a nadie amarga un dulce.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.