Nostalgia de Brideshead
El segundo regreso a Brideshead, esta vez a trav¨¦s de la puerta principal de la primera cadena, produce el mismo deslumbramiento y la misma melancol¨ªa que la primera vez, cuando vimos aparecer el castillo tras las curvas del camino retorcido de la segunda cadena. Con el de hoy, faltan tres cap¨ªtulos.Deslumbramiento por razones evidentes, y que no dependen todas del legendario presupuesto de la serie: 1.000 millones de pesetas. Con ella, Granada Televisi¨®n se propuso acabar de una vez por todas con la leyenda de imbatibilidad de la BBC, y hay quien piensa que sobrepas¨® su objetivo. M¨¢s all¨¢ del dinero, es preciso saber c¨®mo emplearlo -dif¨ªcil ciencia del saber vivir que dominaban esos ¨²ltimos arist¨®cratas de los que habla la serie-, y en ese terreno Brideshead es un modelo. Viene a ser, por as¨ª decirlo, un ejemplo de documentaci¨®n y conocimiento sobre lo que se habla, algo no frecuente en televisi¨®n.
Entusiasmo ante la m¨²sica de Brideshead, y no s¨®lo ante la de verdad, evocadora, que abre y cierra cada episodio, sino ante el tono, ese dificil¨ªsimo equilibrio que han conseguido los autores al adaptar el libro de Evelyn Waugh. Despu¨¦s de ver Brideshead resulta dificil creer que se pueda escribir la historia en otra clave musical, y sin embargo as¨ª es: por lo general los cr¨ªticos coinciden en que la serie es mejor que la novela de la que nace, lo que relanzar¨ªa la vieja discusi¨®n de si es posible trasladar la literatura al cine. Ejemplos existen, pero lo novedoso de ¨¦ste es que la pel¨ªcula -pues la serie fue filmada como tal- supera al libro en su misma clave literaria sin por ello abusar de la voz en off.
Es casi ocioso mencionar la interpretaci¨®n pues hablamos, como personajes ?secundarios!, de John Gielguld, Claire Bloom, Laurence Olivier; pero es preciso recordar que los actores que dan vida a Sebastian Flyte (Anthony Andrews), Julia o, sobre todo, Charles Ryder (Jeremy Irons), aunque conocidos en Inglaterra, ganaron en Brideshead el impulso definitivo. Los elogios a la es cuela brit¨¢nica de actuaci¨®n -basada principalmente en el teatro, y eso es importante decirlo- pueden llegar a ser inacabables.
En Espa?a ser¨ªa interesante que tom¨¢ramos nota de su sobriedad, de la que tan necesitada est¨¢ la escuela espa?ola, o al menos la costumbre espa?ola. Que los estudiosos nos expliquen a qu¨¦ rutina todopoderosa se debe esta vehemencia gratuita que castiga nuestros escenarios.
Lamentemos, por ¨²ltimo, que a los responsables de este segundo Retorno a Brideshead no se les haya ocurrido hac¨¦moslo escuchar en ingl¨¦s, algo tan indispensable a la pel¨ªcula como el castillo de Howard, el oso de peluche de Sebastian o la nostalgia de su m¨²sica.
Retorno a Brideshead se emite hoy a las 22.50 por la primera cadena.
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