Ganaderos y empresarios pretenden eludir la responsabilidad del fraude del 'afeitado'
La divulgaci¨®n del borrador del nuevo reglamento taurino, que se encuentra en muy avanzada fase de elaboraci¨®n, ha producido una fuerte contestaci¨®n en todos los estamentos taurinos, con la ¨²nica excepci¨®n del ganadero. Uno de los temas de mayor fricci¨®n es la responsabilidad sobre el fraude del afeitado, que el nuevo reglamento imputa pr¨¢cticamente a los empresarios. Ser¨¢ una de las reformas m¨¢s radicales en la nueva ordenaci¨®n, pues el reglamento anterior hac¨ªa recaer la culpabilidad del fraude en los ganaderos. Las agrupaciones respectivas pretenden eludir esta responsabilidad, y cada una de ellas intenta atribu¨ªrsela a la otra.
Durante la presente semana, representaciones de ganaderos y empresarios han celebrado reuniones para abordar cuestiones comunes relacionadas con la fiesta, entre otras la posible implantaci¨®n de la quiniela taurina. La cuesti¨®n del afeitado, no obstante, subyac¨ªa como tema capital, pero son tan divergentes las posiciones de ambos estamentos que no se abord¨® a fondo.En su defecto, los empresarios se han dirigido por escrito al ministro del Interior solicitando participar en la elaboraci¨®n del nuevo reglamento, y en el mismo documento manifiestan "su firme prop¨®sito de colaborar por todos los medios posibles para garantizar de forma absoluta la pureza de la fiesta". Al propio tiempo proponen una f¨®rmula para delimitar responsabilidades en caso de fraude, la cual consiste en que el embarque de los toros en la ganader¨ªa se haga en presencia de agentes de la autoridad, los cuales precintar¨¢n todos los cajones; al efectuarse el desembarque en la plaza, el desprecintado se har¨¢ de nuevo en presencia de agentes de la autoridad, bajo cuya custodia quedar¨¢ permanentemente el ganado hasta el momento de su lidia.
Manuel Chopera manifestaba a este peri¨®dico: "A los empresarios no nos interesa por ning¨²n concepto que se manipulen las reses y para garantizar plenamente su integridad, estamos dispuestos a colaborar con la autoridad en lo que ¨¦sta disponga, incluso econ¨®micamente". En el mismo sentido se expresaba Teodoro Matilla, gerente de la empresa Bala?¨¢, seg¨²n el cual a un empresario no se le puede culpar de la manipulaci¨®n del toro, cuando en realidad s¨®lo lo tiene bajo su custodia un par de d¨ªas, en tanto que el ganadero lo ha tenido en su poder, previamente, cuatro o m¨¢s a?os.
Versi¨®n id¨ªlica
Juan Pedro Domecq, presidente de la Uni¨®n Nacional de Criadores de Toros de Lidia, expon¨ªa una versi¨®n id¨ªlica sobre el momento actual del espect¨¢culo: los toros son m¨¢s bravos que nunca, jam¨¢s los toreros han toreado mejor y, adem¨¢s, nos aseguraba, "se afeita mucho menos de lo que ustedes dicen". Seg¨²n Domecq, "puede que se afeite alg¨²n toro, no digo que no, pero ser¨¢ en alg¨²n caso excepcional, y siempre sin autorizaci¨®n o conocimiento del ganadero". Chopera y Matilla afirman que el afeitado es corruptela de ¨¦pocas pasadas, ya pr¨¢cticamente erradicada, y al decir de este ¨²ltimo, en los dos ¨²ltimos a?os no se ha manipulado ning¨²n toro. Manuel Chopera, por su parte, matiza que si hay sanciones es porque "no valen" los m¨¦todos de detecci¨®n del afeitado que se emplean en la Escuela Nacional de Sanidad.Es decir, que no el afeitado sino las sanciones es lo que preocupa a los estamentos empresarial y ganadero, y este ¨²ltimo, que se considera injustamente inculpado en el reglamento actual, encarg¨® a importantes letrados, como Garc¨ªa de Enterr¨ªa, Garrigues, Carreras y Arauz de Robles, un dictamen sobre qui¨¦n es responsable, en caso de fraude. Dicho dictamen lo atribuye al propietario de las reses, en aplicaci¨®n del C¨®digo Civil, el cual determina que el responsable de las deficiencias de cualquier mercanc¨ªa es el propietario. Obviamente, este propietario es el empresario, desde el momento mismo en que formaliza la compra del ganado.
El borrador del nuevo reglamento recoge plenamente este criterio, hasta el punto de que en los art¨ªculos correspondientes al examen de las astas, habla repetidamente del "propietario de las reses", mientras a los ganaderos no los menciona (tampoco al mayoral), ni siquiera al prever las comparecencias necesarias cuando se ha de efectuar el reconocimiento o an¨¢lisis de las astas.
El hecho de que el esp¨ªritu y la letra del borrador del nuevo reglamento est¨¦n tan ce?idos al contenido del dictamen, hace sospechar a diversos empresarios -seg¨²n manifestaron a este peri¨®dico- que los redactores de aqu¨¦l han consultado a los ganaderos y asumido su teor¨ªa, sin dar opci¨®n a que la parte empresarial emita su opini¨®n. En este sentido parecen pronunciarse los empresarios en su escrito al ministro del Interior cuando, en el punto 1 del mismo, solicitan audiencia y a?aden: "Tanto m¨¢s cuanto que otros estamentos de la fiesta han hecho o¨ªr su voz y han visto, de un modo u otro, incorporada su opini¨®n al anteproyecto o borrador del reglamento".
Indefensi¨®n
El empresario Manuel Chopera declara: "Yo organizo muchas corridas cada temporada, y si el nuevo reglamento me responsabiliza arbitrariamente del afeitado, me coloca en situaci¨®n de indefensi¨®n absoluta. Pues en caso de fraude (con el que no tengo nada que ver), o de que se equivoquen los veterinarios que analizan las astas, cada a?o tendr¨ªa que pagar las multas correspondientes, que hasta podr¨ªan sumar decenas de millones de pesetas". Y a?ade: "Como se apruebe el reglamento seg¨²n est¨¢ redactado ahora, todos los empresarios pondremos los carn¨¦s encima de la mesa del ministro del Interior".
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