'Viajes con mi t¨ªa', ser siempre joven
No tuvo George Cukor el ¨¦xito merecido cuando adapt¨® al cine, en 1972, la novela de Graham Greene Viajes con mi t¨ªa, es decir, al filmar uno de los definitivos t¨ªtulos de su filmograf¨ªa. Las razones del fracaso o el triunfo son a menudo misteriosas en el ¨¢mbito del cine, aunque a posteriori parezca f¨¢cil bucear en el secreto de la reacci¨®n del p¨²blico.En el caso de Viajes con mi t¨ªa encontraron muchos la clave en la selecci¨®n de los actores, ya que ninguno hab¨ªa logrado, previamente, una popularidad real. Ello es evidente, al menos, en el caso de Alec McCowen, el sobrino, un espl¨¦ndido int¨¦rprete que no ha trasladado al cine su merecida fama teatral.
Pero resulta m¨¢s inveros¨ªmil en el caso de Maggie Smith, que, si bien no era a¨²n aquel a?o la reconocida actriz de hoy, compuso su personaje con la suficiente brillantez como para transformarse en el alma del filme. No obtuvo, como se ha publicado en diversos medios, el oscar de interpretaci¨®n (fue Liza Minelli quien aquel a?o lo logr¨® por Cabaret), aunque Viajes con mi t¨ªa s¨ª consiguiera el de mejor vestuario.
Maggie Smith, cuyos trabajos en California suite o The prime of miss Jean Brodie le valieron dos estatu¨ªllas, fue, no obstante, el centro de discusi¨®n de buena parte de los cr¨ªticos. Los espa?oles, especialmente, juzgaron el trabajo de la actriz como sobreactuado, quiz¨¢ por su necesidad de mostrar m¨¢s a?os de los reales o de comunicar con prontitud al espectador esa vitalidad que agita a la presunta anciana, dispuesta a remover el mundo hasta lograr el dinero necesario que rescate de un pa¨ªs africano a su enamorado H¨¦rcules Visconti. La extravagancia de esta t¨ªa que sorprende al timorato sobrino con posturas pocos ortodoxas en el seno de su estirada familia fue remachada por Maggie Smith, probablemente en tonos exagerados; pero en su trabajo reside, finalmente, el encanto de esta historieta, que defiende un fren¨¦tico amor por la vida que no empa?a parcela alguna de libertad. Con humor, con energ¨ªa, George Cukor expuso ya o que recogi¨® m¨¢s tarde en su excelente Ricas y famosas, su definitivo testamento. No dejarse prender por las ordenanzas, las formas ni la tradici¨®n: ser lo que se quiera aun a costa del esc¨¢ndalo. "Apostar por la vida, no limitarse a ser simples espectadores, sino participantes apasionados, es, en definitiva, lo que el filme nos propone", escribi¨® Fernando Lara en Triunfo.
Causas perdidas
El sue?o de Cukor no era Maggie Smith, sino Katharine Hepburn, la actriz con quien comparti¨® algunas de sus mejores comedias. Pero las exigencias de ¨¦sta en orden a determinadas secuencias provoc¨® el cansancio del productor, dispuesto a filmar la pel¨ªcula con ella o con otra. Perdi¨® Hepburn la apuesta y quiz¨¢ su derrota pese en el resultado final de Viajes con mi t¨ªa: hubiera concretado mejor la edad del personaje y matizado, sin histrionismos, la curiosa personalidad que le anima.La l¨®gica tentaci¨®n de los cr¨ªticos por defender causas perdidas no fue un¨¢nime en este caso. ?ngel Cami?a, por ejemplo, escribi¨® en Rese?a que "la pel¨ªcula se hace bastante pesada, y a ello contribuyen los largos discursos de T¨ªa Augusta, desproporcionados, como tambi¨¦n lo son sus recuerdos amorosos en flash back para lo poco que avanza el inter¨¦s de la acci¨®n. Por otro lado, hay bastantes detalles confusos y el espectador no acaba de enterarse del todo de los l¨ªos que se trae T¨ªa Augusta con las joyas, los d¨®lares, el cuadro y las compa?¨ªas de seguros...", es una opini¨®n. 12 a?os despu¨¦s, Viajes con mi t¨ªa puede sorprendemos, al menos parcialmente. Los espectadores espa?oles encontrar¨¢n en el reparto algunos actores locales, entre ellos Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez, que interviene, en tono divertido, en uno de los recuerdos de la inquietante t¨ªa.
Viajes con mi t¨ªa se emite hoy a las 22.40 horas por la primera cadena.
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