La compa?¨ªa Iberia

Soy uno de los muchos que empez¨® a leer su peri¨®dico desde el primer d¨ªa de su aparici¨®n, pero tambi¨¦n uno (no s¨¦ si de los muchos, pero s¨ª de los bastantes) que ha decidido no comprarlo m¨¢s. Cada uno tiene sus razones, siendo las m¨ªas la campa?a tan deleznable como absurda que su peri¨®dico viene realizando contra la compa?¨ªa Iberia, LAE, de la que formo parte.Sinceramente, ya sabemos que la compa?¨ªa tiene sus defectos, y muchos. Pero ni m¨¢s ni menos que el resto de empresas p¨²blicas o semip¨²blicas cuyos nombres, por supuesto, no voy a mencionar. Y es verdad que hay que hacer, yo dir¨ªa, lo imposible para solucionar esta situaci¨®n. ?Pero, realmente cree que el sistema id¨®neo es el que su diario ha seguido? Desprestigiando de una manera general a la compa?¨ªa y enfrent¨¢ndola con otros organismos a base de publicar un d¨ªa un art¨ªculo de aqu¨¦lla contra ¨¦stos, y al d¨ªa siguiente otro art¨ªculo en direcci¨®n opuesta.

No, con esta actitud tan lamentable lo ¨²nico que se puede conseguir es perjudicar a todas y cada una de las 24.000 personas que forman el personal de Iberia. En ning¨²n caso se me ocurrir¨ªa (ni a nadie que est¨¦, por supuesto, desprovisto de mala intenci¨®n) airear los problemas de una empresa, desprestigi¨¢ndola y perjudic¨¢ndola, lo que, al final, podr¨ªa llevar a poner en peligro el puesto de trabajo de una parte de su personal.

Nada m¨¢s. S¨®lo decirle que me gustar¨ªa que fu¨¦ramos bastantes los que adoptemos la decisi¨®n de no volver a comprar su peri¨®dico.-