Nuevos datos sobre las cat¨¢strofes a¨¦reas

EL GRUPO parlamentario de Coalici¨®n Popular ha dado a conocer nuevas y grav¨ªsimas informaciones sobre las circunstancias que precedieron y rodearon a las dos cat¨¢strofes a¨¦reas producidas en Madrid hace aproximadamente un a?o, y que se saldaron con 183 fallecidos en Mejorada del Campo y otros 93 muertos en las pistas de Barajas. De ser ciertos tales datos (y la ausencia de desmentidos oficiales refuerza la presunci¨®n favorable a su veracidad), el presidente del Gobierno debe tomar las riendas del asunto y adoptar de inmediato las medidas que ese esc¨¢ndalo exige. En un r¨¦gimen de democracia representativa es inaceptable que el Ejecutivo, enfrentado con una denuncia que hace tambalear su credibilidad y que pone en cuesti¨®n su voluntad para decir la verdad a los ciudadanos, responda con la t¨¢ctica del silencio y de la impasibilidad que caracterizan a los gobiernos autoritarios.Seg¨²n Coalici¨®n Popular, una auditor¨ªa -fechada el 10 de noviembre de 1983- elaborada por la Intervenci¨®n General del Estado sobre la situaci¨®n de los aeropuertos espa?oles puso en conocimiento del Gobierno las serias deficiencias de seguridad de las pistas de Barajas, que las posteriores cat¨¢strofes a¨¦reas ocurridas el 27 de noviembre y el 7 de diciembre no har¨ªan sino confirmar. Los auditores indicaban que la se?alizaci¨®n del aeropuerto madrile?o "es escasa y mala en la plataforma" y que "en horas nocturnas o con lluvia se ven muy mal". Recordemos que la colisi¨®n entre un DC-9 de Aviaco y un Boeing 727 de Iberia, producida en una ma?ana neblinosa, fue imputable -en todo o en parte- a la insuficiente se?alizaci¨®n de las pistas de aterrizaje y despegue. Por lo dem¨¢s, el grupo parlamentario de Alianza Popular revela otros datos significativos sobre ambas cat¨¢strofes: desde la falta de instalaciones de alarma de violaci¨®n de altura y la insuficiencia del personal que trabajaba durante la noche del 27 de noviembre en el centro de control de aproximaci¨®n de Paracuellos, del que depend¨ªa el Boeing de Avianca que se estrell¨® en Mejorada del Campo, hasta los defectos de se?alizaci¨®n que posibilitaron la cat¨¢strofe del 7 de diciembre.

Despu¨¦s de los dos grav¨ªsimos accidentes a¨¦reos, el ministro de Transportes y Comunicaciones y su director general de Aviaci¨®n Civil pusieron en marcha una estrategia orientada a rehuir sus propias responsabilidades, a exportar hacia los pilotos el peso de las acusaciones y a criticar a la Prensa por su supuesto amarillismo. El ministro Enrique Bar¨®n llev¨® esa t¨¢ctica exculpatoria hasta extremos grotescos. Pero si las denuncias de Coalici¨®n Popular fuesen ciertas resultar¨ªa que el ministro de Transportes del Gobierno socialista no s¨®lo eludi¨® el bulto a la hora de afrontar sus propias responsabilidades y no s¨®lo trat¨® de confundir a la opini¨®n mediante digresiones y maniobras de diversi¨®n sino que, adem¨¢s, minti¨® sobre los hechos, ocult¨® informaci¨®n y hurt¨® del conocimiento p¨²blico la auditor¨ªa de la Intervenci¨®n General del Estado realizada antes de que las cat¨¢strofes ocurriesen. De confirmarse este cuadro, el cese del ministro de Transportes -dificultado por la inminencia del 30? Congreso del PSOE- ser¨ªa una inexcusable medida para la democracia espa?ola.