La CEE propone a Espa?a un per¨ªodo transitorio para la pesca en aguas comunitarias de 10 a?os

La Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) rechaza una vez m¨¢s el v¨ªnculo que establece Espa?a entre la apertura de sus mercados a los productos pesqueros de la CEE y la apertura de las aguas de los diez a los pescadores espa?oles. En el ¨²ltimo documento comunitario sobre pesca se ofrece a Espa?a un per¨ªodo transitorio para la pesca de nuestra flota en aguas de la Comunidad Econ¨®mica Europea de 10 a?os, reducible a ocho o ampliable a 15. Espa?a, por otra parte, ha aceptado prorrogar para el a?o pr¨®ximo el mismo r¨¦gimen pesquero que ha mantenido con la CEE en el presente ejercicio de 1984.

La prorroga a 1985 del actual r¨¦gimen pesquero elimina la regresividad constante a que ha estado sometida nuestra flota en aguas de la CEE en las ¨²ltimas revisiones anuales. Como en 1984, Espa?a dispondr¨¢ de 106 licencias tipo para capturar 8.900 toneladas de merluza y aproximadamente el doble de especies asociadas, con un subl¨ªmite para el gallo y el rape. Este acuerdo ser¨¢ formalizado en los pr¨®ximos d¨ªas.Durante el per¨ªodo transitorio propuesto por la CEE, los pescadores espa?oles seguir¨ªan pescando en aguas de los diez con licencias (cosa que no ocurre en los pa¨ªses miembros). A los ocho a?os de la adhesi¨®n se podr¨ªa revisar la situaci¨®n, por mayor¨ªa cualificada, e ingresar plenamente Espa?a, entonces o dos a?os despu¨¦s, en la pol¨ªtica pesquera com¨²n. Para esta revisi¨®n se utilizar¨ªan criterios como "el equilibrio entre la capacidad de pesca de los Estados miembros y los recursos de que disponga la Comunidad ampliada" y "la adecuaci¨®n de las adaptaciones estructurales de la flota". Poco velada presi¨®n para disminuir la flota espa?ola. De no haber acuerdo, sin embargo, las licencias se aplicar¨ªan durante cinco a?os m¨¢s, aunque este plazo ampliado podr¨ªa reducirse por mayor¨ªa cualificada y se har¨ªa en condiciones mejoradas.

Espa?a no puede aceptar un per¨ªodo transitorio tan largo y de hecho lleno de incertidumbres. Como contraoferta, Espa?a ha ofrecido garant¨ªas para limitar a 253 como m¨¢ximo el n¨²mero de sus barcos en aguas de los diez.

La CEE est¨¢ dispuesta a que Espa?a acceda a los fondos de reestructuraci¨®n de las flotas comunitarias, incluso prorrogando su vigencia, y aportando el equivalente a 3.700 millones de pesetas en concepto de ayuda de preadhesi¨®n, complementaria a lo que tiene que aportar el Estado.

Las ricas aguas del Box irland¨¦s quedar¨ªan cerradas durante todo el per¨ªodo transitorio. Y nada de derechos hist¨®ricos. El acceso a la banda de 12 millas ser¨ªa el que existe en la actualidad -con las limitaciones vigentes- en el golfo de Vizcaya y en la bah¨ªa de Figueras.

En cuanto al comercio, la CEE acepta algunas restricciones cuantitativas para proteger nueve productos que Espa?a considera sensibles, durante siete a?os, pero nada m¨¢s. Para las sardinas frescas, sin embargo, el desarme arancelario se har¨ªa en siete a?os, y en 10 para las conservas.

En los acuerdos con pa¨ªses terceros la CEE propugna el mantenimiento de "la estabilidad relativa" para Espa?a y los otros Estados miembros. No se obliga a denunciar todos los acuerdos bilaterales espa?oles, aunque su gesti¨®n ser¨ªa comunitaria y Espa?a habr¨ªa de sufragar sus gastos.

Completar la legislaci¨®n

Curioso es que la CEE se pasa a tesis espa?olas en un punto espec¨ªfico -pesca en aguas de otros pa¨ªses no comunitarios a cambio de concesiones comerciales- y se compromete a completar su propia legislaci¨®n. En cuanto a las empresas mixtas espa?olas, la CEE reitera su desaparici¨®n gradual en siete a?os.

En lo referente a la aproximaci¨®n de precios entre Espa?a y la CEE, cabe destacar que la merluza no bajar¨¢ en Espa?a -donde es m¨¢s cara que en la CEE-, ofreciendo los diez definir un nuevo producto piloto para el caso espa?ol. El problema de la aproximaci¨®n de precios entre las sardinas atl¨¢nticas espa?olas -m¨¢s baratas- y las comunitarias sigue abierto, con el problema adicional de las ayudas a la menos competitiva sardina mediterr¨¢nea, como exige Grecia para dar su visto bueno.

Por otra parte, la CEE insiste en incluir al archipi¨¦lago canario en la pol¨ªtica pesquera com¨²n. Al aceptar la reconducci¨®n del plan de pesca de 1984 en 1985, Espa?a ha a?adido un nota verbal en la que considera que este acuerdo no prejuzga lo que vaya a ocurrir en las negociaciones de adhesi¨®n. Los representantes espa?oles han reconocido que esta situaci¨®n supone un cierto avance sobre las precedentes.