Los pa¨ªses europeos temen que sus intereses sean postergados por las superpotencias

"Los europeos tenemos considerables recelos de que las superpotencias se las arreglen por encima de nuestras cabezas", se?alaron ayer fuentes del continente en la OTAN. Tales temores se vieron reflejados en parte por el propio secretario general, el brit¨¢nico lord Carrington al presentar la reuni¨®n del Consejo Atl¨¢ntico -m¨¢ximo ¨®rgano de la Alianza- que se abre hoy en Bruselas con la asistencia de los ministros de Asuntos Exteriores de los 16 pa¨ªses miembros. Carrington considera que concentrar el debate en las armas nucleares y espaciales no debe implicar que haya que restar importancia a otras cuestiones.

Los aliados esperan que el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, les detalle sus intenciones con vistas a su encuentro para "conversar sobre conversaciones" con su hom¨®logo sovi¨¦tico, Andrei Gromiko, el 7 y 8 de enero en Ginebra. En la ciudad helv¨¦tica se debe reanudar un di¨¢logo, esta vez paraguas o globalizador, sobre el control de las armas nucleares y espaciales. Los aliados esperan, pues, detalles de procedimiento y de contenido sobre esta pr¨®xima reuni¨®n, aunque algunas fuentes atl¨¢nticas se mostraron ayer esc¨¦pticas ante lo que pueda decir Shultz.Al cumplirse el quinto aniversario de la doble decisi¨®n de la OTAN (despliegue de los euromisiles si no hab¨ªa un acuerdo con la URSS), los europeos vuelven a su esquizofrenia. Antes se quejaban de que no se negociaba. Ahora temen la negociaci¨®n, o que ¨¦sta les margine cuando, seg¨²n Carrington, "los europeos est¨¢n ¨ªntimamente implicados en algunas ¨¢reas de las relaciones Este-Oeste".

Para Fernando Mor¨¢n, la importancia de este Consejo Atl¨¢ntico estriba en las perspectivas ante la reuni¨®n de Ginebra, tras meses de tensi¨®n entre Este y Oeste. "Todos aportaremos algo a esta discusi¨®n", se?al¨® Mor¨¢n ayer en la capital belga, tras su visita oficial a Checoslovaquia. De esta visita, Mor¨¢n sac¨® la impresi¨®n de que "estos pa¨ªses (del Este) desean el di¨¢logo y una negociaci¨®n global sobre las armas. Su cauta esperanza", seg¨²n defini¨® Mor¨¢n la sensibilidad checa, "corresponde a la que hay en Occidente". Mor¨¢n habl¨® de su viaje a Praga en su entrevista con Shultz.

Carrington se?al¨® que los aliados se mostrar¨¢n "ansiosos" de ser consultados por Washington, y otras fuentes insisten en que "hacen falta iguales o mayores consultas que antes". Carrington hizo hincapi¨¦ en la vigencia de las negociaciones de Estocolmo (Conferencia de Desarme en Europa), Viena (reducci¨®n mutua y equilibrada de fuerzas) y Ginebra (armas qu¨ªmicas), aunque consider¨® que las negociacionps sobre "los temas de la seguridad central beneficiar¨¢n a otros foros".

El secretario general de la Alianza habl¨® de la necesidad de llegar a "acuerdos militarmente significativos, equilibrados y verificables, que no pongan en entredicho la seguridad". Otras fuentes atl¨¢nticas se?alaron que la base de discusi¨®n debe ser la misma que la de las START (las conversaciones sobre armamento estrat¨¦gico, que parten de la base de una f¨®rmula que reune los criterios de carga ¨²til, cabezas, alcance y precisi¨®n de los misiles) pero debe, adem¨¢s, ser global, es decir, incluir los misiles de alcance medio en Europa y no impedir la investigaci¨®n, aunque s¨ª su despliegue.

M¨¢s encuentros preparatorios

Carrington se mostr¨® optimista ante el encuentro entre Shultz y Gromiko, al apreciar que hay signos "alentadores", aunque ser¨¢ una larga traves¨ªa, en la que no hay que esperar resultados inmediatos. "Hay que ser pacientes", dijo, "y no descarto que haya dos o tres conversaciones preliminares como las del 7 y 8 de enero" antes de que realmente empiecen las negociaciones. Carrington calific¨® de "ingeniosidad constructiva" la pol¨ªtica de Washington para hacer volver a los sovi¨¦ticos a la mesa de negociaciones, pero agreg¨® que la OTAN debe mantener una posici¨®n de fuerza y, por tanto, proseguir el despliegue de los euromisiles, mientras no haya un acuerdo, y aventur¨® que la URSS seguir¨¢ con su pol¨ªtica de intentar dividir a la Alianza. Por su parte Shultz habl¨® ayer en Bruselas de la necesidad, de ser "realistas". El jefe de la diplomacia norteamericana se entrevist¨® con su colega holand¨¦s, Hans van den Broek, y con el primer ministro belga, Wilfried Martens, en ambos casos para presionar para que ¨¦stos acepten el despliegue de los euromisiles en su territorio.

Carrington cit¨® como sus dos prioridades personales el mantener el apoyo de la opini¨®n p¨²blica hacia la OTAN y el controlar "la deriva continental" entre EE UU y Europa. De hecho, a la cabeza de una nutrida delegaci¨®n, Shultz va a mantener una reuni¨®n de trabajo con la Comisi¨®n Europea en un clima de guerra comercial.

Carrington calific¨® de "incidente muy serio" los atentados del martes en B¨¦lgica contra el oleducto de la OTAN y manifest¨® que se tomar¨¢n medidas para reforzar estas zonas y hacerlas menos vulnerables. Dijo que el terrorismo se abordar¨¢ en este Consejo Atl¨¢ntico, como en otras ocasiones.

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