Las infinitas posibilidades del derecho... o del reves
No son pocos los contribuyentes que acuden a la bolsa y compran derechos de suscripci¨®n para las ampliaciones de capital en curso, ante lo dif¨ªcil que se ha vuelto encontrar otros t¨ªtulos de renta fija.Esta ¨²ltima etapa del a?o es muy favorable para quitarse el miedo a la bolsa y adem¨¢s obtener la posibilidad de desgravar un 15% si la compra se aplica al ejercicio 1984, o del 17% si se deja para el pr¨®ximo a?o, ya que el proyecto de presupestos para 1985 contempla esa modificaci¨®n para las inversiones en renta variable.
La afluencia de compradores de derechos, por otra parte, est¨¢ suponiendo un aumento del precio de los mismos, y las acciones nuevas resultan un 5%, aproximadamente, m¨¢s caras que las antiguas, que no son aptas para la desgravaci¨®n.
En las ampliaciones de capital, la sociedad emisora fija el precio de la operaci¨®n. Unas veces se realiza totalmente gratis, en otras se libera una parte y, finalmente, otras ampliaciones se realizan a la par, es decir, por el valor nominal de los t¨ªtulos.
Adem¨¢s, la sociedad emisora tambi¨¦n fija la cantidad de t¨ªtulos antiguos que deben poseer los accionistas para poder acceder a una acci¨®n nueva. As¨ª, en el cuadro adjunto se puede apreciar la amplia gama de posibilidades a este respecto. Si la proporci¨®n es de una acci¨®n nueva por cada siete antiguas, ser¨¢ necesario comprar siete derechos para poder adquirir un t¨ªtulo. El precio de estos derechos, por otra parte, se fija en la bolsa todos los d¨ªas en funci¨®n de la oferta y la demanda. Si la emisi¨®n no es totalmente liberada, el inversor deber¨¢ calcular el precio de la acci¨®n nueva para sumarlo al coste de los correspondientes derechos de suscripci¨®n.
Aquellos inversores que no est¨¦n familiarizados con la bolsa deben buscar, a la hora de acudir a una suscripci¨®n, la seguridad de la sociedad emisora, acercarse a aquellas empresas que dispongan de un balance saneado y de unas expectativas industriales o comerciales positivas.
Despu¨¦s se deber¨¢ analizar la rentabilidad que ofrecen las acciones. El estudio de los dividendos que las empresas han repartido en el ejercicio anterior siempre puede ser una aproximaci¨®n al tema, ya que -aunque en este mercado siempre se corren fuertes riesgos- se evitar¨¢ el peligro de adquirir t¨ªtulos de sociedades que no reparten dividendos desde hace a?os y que pueden mantener esa tradici¨®n durante m¨¢s tiempo a¨²n. Finalmente, tambi¨¦n se deber¨¢ prever el rendimiento de la acci¨®n, esto es, la diferencia de cambio entre el precio al que se ha comprado y el que tendr¨¢ en el futuro, cuando llegue el momento de vender.
Las plusval¨ªas que se pueden obtener por este camino son muy elevadas, aunque tambi¨¦n se corre el peligro de perder la inversi¨®n.
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