Margaret Thatcher: "Me gusta Mijail Gorbachoy"

"Me gusta Mijail Gorbachov. Es un hombre con el que se puede hablar". La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, poco dada a los elogios, sorprendi¨® ayer a los comentaristas reconociendo p¨²blicamente el inter¨¦s y la simpat¨ªa personal con los que ha acogido la visita del n¨²mero dos del Polilbur¨® sovi¨¦tico. Gorbachov, que permanecer¨¢ en Londres hasta el s¨¢bado, almorz¨® ayer con el ministro de Asuntos Exteriores, sir Geoffrey Howe, con quien mantuvo otra larga entrevista. Ambos se mostraron "muy satisfechos". La presencia de Gorbachov en el Reino Unido adquiere m¨¢s importancia seg¨²n pasan los d¨ªas.

El dirigente sovi¨¦tico, considerado como un posible sucesor de Konstant¨ªn Chernenko, ha utilizado continuamente un lenguaje suave y dialogante, haciendo hincapi¨¦ en el deseo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica de culminar con ¨¦xito las negociaciones para el control de armamento nuclear que se iniciar¨¢n el pr¨®ximo mes de enero en Ginebra. "He entregado a la primera ministra un mensaje personal del presidente Chernenko en el que reitera nuestro deseo de establecer un di¨¢logo pol¨ªtico serio con el Reino Unido. Esperamos que el Gobierno brit¨¢nico reaccione en la misma l¨ªnea. En la actual situaci¨®n internacional es importante que nuestros pa¨ªses establezcan una mutua comprensi¨®n".Mijail Gorbachov aprovech¨® los brindis del almuerzo ofrecido por Howe para insistir en el deseo de la URSS de incluir la militarizaci¨®n del espacio en la ronda de negociaciones de Ginebra. "La URSS apoyar¨¢ siempre los esfuerzos para encontrar soluciones negociadas a los grandes problemas que amenazan al mundo".

Margaret Thatcher, momentos antes de emprender viaje hacia Pek¨ªn y Washington, declar¨® a la BBC que se sent¨ªa "prudentemente optirnista" sobre el resultado de su larga entrevista privada con Gorbachov. "Creo que nuestro encuentro puede ayudar a mejorar las relaciones Este-Oeste". Thatcher afirm¨® que el Reino Unido y la URSS coinciden en dos aspectos fundamentales: mejorar el clima de confianza entre los dos bloques y evitar que se produzca una nueva guerra mundial, para lo que es necesario que prosperen las negociaciones de control y reducci¨®n de armamento nuclear.

La primera ministra brit¨¢nica advirti¨® contra quienes depositan una excesiva confianza en la anunciada entrevista George Shultz Andrei Grorniko: "El camino es largo y no conviene que nadie se sienta defraudado por ello. Lo importante es fijar una agenda de conversaciones y prosperar en ese camino".

Sir Geoffrey Howe, por su parte, pronunci¨® un brindis en el que no aludi¨® ni una sola vez a Estados Unidos y s¨ª, en cambio, al esfuerzo y sacrificio realizado por la URSS durante la Il Guerra Mundial. "?sta es ahora una etapa de reconciliaci¨®n en la que hay que mirar hacia delante y no hacia atr¨¢s". El jefe de la diplomacia brit¨¢nica se?al¨® que los dos pa¨ªses est¨¢n determinados a reducir la tensi¨®n internacional y a culminar con ¨¦xito las negociaciones de desarme.

Fuentes diplom¨¢ticas oficiosas resaltaron las dificultades que ha presentado el viaje de Gorbachov, quien, pese a estar considerado como un hombre fuerte en la pol¨ªtica interior de la URSS, no ostenta ning¨²n cargo gubernamental que justifique el recibimiento de que ha sido objeto. La primera ministra y los miembros de su Gabinete pueden tener dudas sobre si las declaraciones de Gorbachov responden plenamente a la pol¨ªtica del Kremlin o si el dirigente sovi¨¦tico ha a?adido algunos matices por su cuenta.

En cualquier caso, es significativo que el Kremlin haya elegido precisamente Londres, el mejor aliado de Washington, como punto de partida de una operaci¨®n de acercamiento a Occidente.

Gorbachov puede vanagloriarse de haber cumplido el encargo a la perfecci¨®n: peri¨®dicos, cadenas de televisi¨®n y emisoras de radio brit¨¢nicas coinciden en alabar su talante dialogante y en reconocer que ha sido capaz de crear una atm¨®sfera de confianza, desconocida desde hace a?os en las reladiones entre pol¨ªticos sovi¨¦ticos y occidentales.