Margaret Thatcher es favorable a que la televisi¨®n p¨²blica emita publicidad

La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, ha afirmado que ver¨ªa con agrado la apertura de la radio y la televisi¨®n p¨²blicas (BBC) a los mercados de la publicidad. La mayor¨ªa de los telespectadores brit¨¢nicos preferir¨ªa que la BBC incluyera algunos anuncios antes que pagar m¨¢s por la licencia que tiene que comprar por el mero hecho de poseer un aparato de radio o televisi¨®n. La pol¨¦mica se ha vuelto a plantear con motivo del anuncio de un aumento del 40% en el precio de dicha licencia.

La televisi¨®n y la radio p¨²blicas en el Reino Unido no emiten un solo anuncio publicitario. Para financiarse utilizan el sistema de la licencia: cada usuario est¨¢ obligado a pagar un impuesto que, en el caso de un aparato de televisi¨®n en color, asciende a 46 libras anuales (unas 10.000 pesetas). En 1984, la BBC recaud¨® unos 700 millones de libras (54.000 millones de pesetas). El presupuesto no es, sin embargo, suficiente si se quiere competir en calidad y cantidad con las cadenas privadas (ITV y Canal 4) que cobraron el mismo a?o, por ingresos de publicidad, cerca de 1.000 millones de libras.Para mantenerse en primera l¨ªnea, los responsables de la BBC estiman que el precio del impuesto que pagan los usuarios debe aumentar en 1985 hasta las 65 libras (unas 14.300 pesetas), lo que le permitir¨ªa incrementar su recaudaci¨®n hasta los 1.000 millones de libras.

El aumento debe ser autorizado por el Gobierno, que en principio no se muestra muy inclinado. La primera ministra, Margaret Thatcher, afirm¨® que ver¨ªa con agrado la apertura de la televisi¨®n y radio p¨²blicas a los circuitos habituales de publicidad. Sin embargo, muchos cr¨ªticos y, sobre todo, los directivos de la BBC y de la televisi¨®n privada, han puesto el grito en el cielo.

Proceso irreversible

Los responsables de la BBC y de la ITV aseguran que una vez que se autorice, aunque sea de forma reducida, la inserci¨®n de publicidad, ya no se podr¨¢ parar el proceso y el sistema de licencia desaparecer¨¢ para siempre. El principal perjudicado, explican, ser¨¢ el propio usuario, porque, obligados a competir para atraer a los anunciantes, las televisiones y radios, tanto p¨²blicas como privadas, se concentrar¨¢n en programas de gran audiencia, olvidando a las minor¨ªas y los programas culturales.?Por qu¨¦ modificar un sistema que ha dado tan buenos resultados y que ha situado a la televisi¨®n y radio brit¨¢nicas entre las mejores del mundo?, se preguntan. La BBC lleva 60 a?os funcionando gracias al dinero que recauda con licencias y nadie se ha quejado de su calidad. De hecho, la BBC ofrece, por ejemplo, los mejores programas de defensa del consumidor de Europa, entre otras cosas porque no depende de anunciantes.