Los pescadores de Bermeo no se lo cre¨ªan

Los arrantzales (pescadores) que volv¨ªan ayer al puerto de Bermeo, una localidad vizca¨ªna donde todos los concejales son nacionalistas, no cre¨ªan a quienes les aseguraban que Carlos Garaikoetxea iba a cesar como presidente del Gobierno vasco. Hab¨ªan permanecido durante las ¨²ltimas horas faenando y a su regreso a media tarde ignoraban el final que ya hab¨ªa sido augurado por las tensiones de la asamblea nacional del partido. Por su parte, los afiliados del PNV de Bermeo calificaban de "traici¨®n al pueblo vasco" la decisi¨®n de la asamblea de retirar su apoyo al lendakari.

La medida puede suponer a corto plazo, en opini¨®n de estos militantes, una divisi¨®n interna en el PNV que se evitar¨ªa, seg¨²n dicen, con la marcha de Xabier Arzallus -a quien consideran responsable de la situaci¨®n creada- y de los dirigentes del partido.Bermeo, que cuenta con m¨¢s de 17.000 habitantes -buena parte de los cuales simpatizan, y tambi¨¦n votan, al PNV- es, sin duda, una de las poblaciones m¨¢s nacionalistas de Vizcaya. Ni PSOE ni Coalici¨®n Popular tienen un solo representante municipal. El PNV obtuvo en las pasadas elecciones municipales en esta villa marinera cerca de 4.000 votos de un total de 13.000 personas con derecho a participar en los comicios; cuenta con m¨¢s de 1.500 afiliados considerados en su gran mayor¨ªa como del sector cr¨ªtico del partido.

Todos coinciden en se?alar que no saben muy bien qu¨¦ ha ocurrido porque nadie se lo ha explicado todav¨ªa con claridad, como sucedi¨® en 1981 cuando fue disuelta la organizaci¨®n municipal del PNV de esta localidad, encabeza por Ant¨®n Ormaza, representante del sector sabiniano, que reclamaba para s¨ª la m¨¢s pura interpretaci¨®n de las ideas del fundador del partido, Sabino Arana, y que se opon¨ªa a la l¨ªnea de modernizaci¨®n emprendida por el entonces presidente Xabier Arzallus, ahora enfrentado a Garaikoetxea.

"Lo ¨²nico que conocemos", dice Estanislao, un viejo arrantzale (pescador) y en la guerra civil coronel de gudaris (soldados vascos), "es que han echado a nuestro lendakari. Esto es una traici¨®n a Eus kadi, al pueblo vasco. Es una cer dada completa". Estanislao se encuentra en el batzoki (sede social del PNV) de Bermeo.

Otros tres viejos militantes del partido que juegan con ¨¦l a las cartas -"para tratar de olvidar todo esto", se?ala uno de ellos-, quienes tambi¨¦n hacen suyas las afirmaciones de su compa?ero, hablan y no, paran de "verg¨¹enza", ,,enga?o" y "marranada". Quieren una explicaci¨®n de lo sucedido y dicen que nadie se la ha dado. "Para enteramos de algo tenemos que comprar los peri¨®dicos", recalca Aingueru, de 54 a?os, propietario de un peque?o establecimiento comercial, que lleva m¨¢s de 20 a?os como militante de base del PNV.

Indignaci¨®n

Entre los escasos militantes que a primeras horas de la tarde de ayer se encontraban en el batzoki se palpaba la indignaci¨®n por lo sucedido pero, sobre todo, se notaba una gran tristeza. Al mediodia, cerca de un centenar de afiliados hab¨ªa seguido por la televisi¨®n del local las palabras del lendakari, y comentan que algunos viejos militantes hab¨ªan llorado de rabia e impotencia. Pensaban celebrar por todo lo alto el 50? aniversario de la creaci¨®n del batzoki el pr¨®ximo domingo pero ahora dicen que no tienen ganas de fiestas porque "el golpe", comentan, "ha sido muy duro". "Nos han echado a nuestro lendakari, un hombre sano y bueno como pocos".

A algunos de los arrabales que a media tarde llegaban al puerto despu¨¦s de una dura jornada faenando en alta mar, se les comenta el cese de Garaikoetxea y se sorprenden de ello. En principio no se lo creen. Cuando se hicieron de madrugada a la mar s¨®lo conoc¨ªan que hab¨ªa una importante asamblea del PNV. El de ayer no fue precisamente un buen d¨ªa para la pesca. En la lonja hay menos animaci¨®n que de costumbre. No quieren hablar. "Para qu¨¦", dice Javier, un joven arranztzale. "Elegimos a Garaikoetxea", agrega, "y ahora nos lo echan. Yo, la verdad no entiendo nada. Pensaba que al final se arreglar¨ªa todo y estoy muy dolido por esto. ?Y qui¨¦n no?".