"Aita, dimite"

El pasado martes por la tarde, mientras Garaikoetxea trabajaba en su despacho su hijo peque?o, Mikel, le meti¨® por debajo de la puerta un pedacito de papel con el siguiente mensaje :"Aita, mesedez. Dimititu lehen bait lehen. Eskerrikasko. Mikel" (Papa, por favor. Dimite cuanto antes. Mikel). Cuando Garaikoetxea volvi¨® en la madrugada del mi¨¦rcoles de Artea, repiti¨® la operaci¨®n, con su hijo col¨¢ndole por debajo de la puerta de su habitaci¨®n otro mensaje cifrado: "Mikel, egon lasai, baina dana egina dago. Aita" (Mikel, estate tranquilo, pero todo esta hecho. Pap¨¢).El viernes por la tarde, sin sus hijos, el matrimonio Garaikoetxea se desped¨ªa de las visitas, con una recepci¨®n a un grupo de 50 ni?os de una escuela de Vizcaya. Todo iba bien hasta que comenzaron a cantar el Agur jaunak (Adios, se?ores). Primero fue su mujer quien no pudo aguantar el llanto. Garaikoetxea se esforz¨®, pero le asomaron las l¨¢grimas. Y luego una ni?a del coro. Y despu¨¦s alguna de las profesoras. Cuando termin¨® la canci¨®n, el hall de Ajuria Enea era un mar de l¨¢grimas. Bego?a Ezpeleta, Relaciones P¨²blicas del lendakari, tuvo la ocurrencia exacta; "R¨¢pido, las cocacolas y los bocadillos para los ni?os, que aqu¨ª acabamos todos llorando". Casi todo el personal de servicio en Ajuria Enea, incluido el matrimonio Garaikoetxea, no se hab¨ªa podido reprimir y hab¨ªa llorado.