Contra el hambre

El problema del hambre en el mundo ha sido para m¨ª motivo de angustia, como hombre y como pol¨ªtico. Durante toda mi presidencia ha sido mi preocupaci¨®n y he hecho llamamientos en los viajes que he realizado al extranjero y en los frecuentes coloquios, tambi¨¦n aqu¨ª en Roma, que he tenido con hombres de Estado de distintos pa¨ªses.La terrible tragedia de Etiop¨ªa, que se desarroll¨® ante nuestros ojos a trav¨¦s de las im¨¢genes de la televisi¨®n, no hace m¨¢s que repetir de una manera particularmente dram¨¢tica un fen¨®meno que pertenece a la historia de la humanidad y que el impresionante progreso social y tecnol¨®gico de nuestra civilizaci¨®n industrial, del que estamos tan orgullosos, ha logrado afrontar solamente en la superficie. ( ... )

Ahora quiero proponer, s¨®lo brevemente, tres conceptos que considero fundamentales para su planteamiento y soluci¨®n. El primero es el de la paz, que, como saben ustedes, constituye la base de toda mi acci¨®n y de mi visi¨®n de las relacione. s internacionales. ( ... )

De todo esto deriva, como corolario l¨®gico, el segundo concepto, el de la solidaridad internacional. ( ... ) El tercer concepto que propongo a la reflexi¨®n de todos es que una vez conscientes de la necesidad de iniciar, finalmente y con toda seriedad, la guerra contra el hambre y de llevarla a cabo todos unidos, debe tambi¨¦n planificarse una estrategia correcta para asegurarse el ¨¦xito.

17 de diciembre