El Papa expres¨® en el mensaje de Navidad su solidaridad con las v¨ªctimas de la violencia
El papa Juan Pablo II manifest¨® ayer su "solidaridad" con "todas las v¨ªctimas de la violencia" y expres¨® unas especiales condolencias a los familiares de los muertos en "la tremenda matanza acaecida el domingo en el tren N¨¢poles-Mil¨¢n" durante su tradicional mensaje que el d¨ªa de Navidad dirige a todo el mundo y en el que felicit¨® a los diversos pueblos de la tierra en 48 lenguas distintas."Queremos confesar hoy de un modo especial nuestra uni¨®n fraterna con todos los hombres, especialmente con quienes est¨¢n privados de lo necesario; con cuantos constituyen la gran multitud de los pobres", afirm¨® Juan Pablo II en el discurso que efectu¨® al final de la misa desde el balc¨®n central de la bas¨ªlica de San Pedro ante unas 50.000 personas.
Este a?o, por primera vez, se permiti¨® a los miles de pacifistas laicos -que, dirigidos por el Partido Radical, celebran cada a?o en Roma, la ma?ana de Navidad, la marcha hacia San Pedro- que entraran dentro de la plaza y se mezclaran con los peregrinos y romanos cat¨®licos.
Los manifestantes, que otros a?os se ve¨ªan obligados a permanecer fuera de la plaza, fueron esta vez m¨¢s numerosos debido a que a los radicales se sumaron tambi¨¦n miembros del Parlamento de todos los partidos, varios premios Nobel procedentes de todo el mundo para participar en el acto y alcaldes de las principales ciudades de Italia.
El Papa aprovech¨® esta ocasi¨®n para agradecer a las autoridades civiles y a las diversas instituciones privadas su contribuci¨®n a la lucha contra el hambre. El Gobierno italiano acaba de aprobar un decreto-ley en el que se destinan 200.000 millones de pesetas para esta finalidad.
Juan Pablo II expres¨® su solidaridad y la de la Iglesia con todos aquellos que hoy sufren en el mundo, como "las poblaciones de Etiop¨ªa, Mozambique y otras regiones africanas, diezmadas por el flagelo del hambre y la sequ¨ªa"; los pr¨®fugos "forzados a alejarse de su patria"; "los desocupados en busca de trabajo"; "los enfermos, ancianos y solitarios", y las "viudas y hu¨¦rfanos".
Los manifestantes pacifistas, que llegaron a San Pedro tras haber recorrido la capital para escuchar el discurso del Papa, llevaban en sus manos globos de color azul y pancartas muy expresivas a favor de las v¨ªctimas del hambre y contra el terrorismo.
En el centro de la plaza tambi¨¦n este a?o era visible el abrazo entre lo sagrado y lo profano: el bel¨¦n tradicional, monumental, junto al ¨¢rbol de Navidad, enviado al papa Juan Pablo II, desde uno de los bosques de la Rep¨²blica Federal de Alemania, como s¨ªmbolo de la lucha a favor del respeto a la naturaleza.
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