Bonos
Es lo ¨²ltimo que te preguntan, desesperados, cuando rellenas las casillas de esos policiacos impresos para solicitar un modesto cr¨¦dito al mucho por ciento y encuentran de repente que no hay n¨®mina, ni casa en propiedad, ni n¨²mero de la Seguridad Social, ni siquiera un miserable coche que embargar en caso de insolvencia. "?Pero al menos tendr¨¢ usted bonos?". Y cuando dices que tampoco bonos, los que est¨¢n al otro lado de la ventanilla te miran con ojos de perplejidad lastimera pero con la mano cerca del bot¨®n de alarma.As¨ª es como descubr¨ª yo la importancia social de los bonos, en los estremecedores interrogatorios bancarios; un tipo de tortura, por cierto, que deber¨ªa figurar en los informes de Amnist¨ªa Internacional. Te perdonan que vivas en permanente estado de alquiler, que no constes en la Seguridad Social, que carezcas de Seat y que frecuentes una profesi¨®n sin n¨®mina y encima tan nominal. Pero como vayas por el mundo sin bonos del Banco de Santander, de la Telef¨®nica o de Fenosa, lo tienes muy dif¨ªcil, y no s¨®lo en los interrogatorios financieros. Un tipo con bonos, por muy extravagante que resulte, no infunde sospechas.
Esos bonos canjeables, convertibles y desgravantes que estos d¨ªas vuelan entre turrones, villancicos, champa?a y masajes varoniles, esos copos de tesorer¨ªa invernal que desde hace a?os forman parte del paisaje navide?o, son la ¨²ltima instancia de tu garant¨ªa personal, de tu cr¨¦dito social, de tu identificaci¨®n con el sistema econ¨®mico. La alta misi¨®n del bono no es hacerte rico, sino transformarte en miembro de la clase de los propietarios fichados. Porque lo que cuenta, en definitiva, no es la cantidad de la n¨®mina, la calidad del apartamento o la marca del coche; lo que verdaderamente les interesa es que eches ra¨ªces mercantiles, que entres en el registro de la propiedad, que incurras en la l¨®gica sin retorno del 14% de inter¨¦s anual, que te encadenes a la n¨®mina, que est¨¦s sujeto al objeto y edifiques el futuro sobre algo s¨®lido, fijo, a ser posible inmovilizado, siempre inmovilizante. Y ¨¦sa es justamente la acci¨®n de los bonos. O lo que estos d¨ªas llaman, con mucha propiedad, buenas acciones.
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