Ni?os en el 'ring'

LAS JUVENTUDES Comunistas de Burgos denunciaron ante el Tribunal Tutelar de Menores la celebraci¨®n de una velada de boxeo en la que estaban incluidos muchachos de 12 y 13 a?os. La velada est¨¢ prevista para esta noche en el polideportivo municipal de Burgos, pero el gobernador civil prohibi¨® ayer tarde la participaci¨®n de los chicos.El Ayuntamiento de la ciudad concedi¨® la autorizaci¨®n para que la llamada Promotora Burgalesa de Boxeo celebrara la velada en el recinto municipal. Curiosa decisi¨®n de un alcalde -de Alianza Popular- que en anteriores ocasiones se ha mostrado reticente a que en el mismo local se dieran conciertos y otro tipo de actos culturales.

El boxeo profesional es un deporte brutal e inhumano, una lacra y una ofensa a las propuestas de cualquier sociedad civilizada. La inclusi¨®n de ni?os como atracci¨®n ex¨®tica en una velada de ese g¨¦nero hac¨ªa mucho m¨¢s repugnante la convocatoria, que, para que nada falte, est¨¢ profusamente coloreada de un machismo bastante hortera: en los carteles anunciadores se especifica que "las se?oras y se?oritas tendr¨¢n entrada libre a las localidades", y figura con el mismo despliegue tipogr¨¢fico el combate de los profesionales que el de los ni?os, aunque se especifica que ¨¦ste deb¨ªa ser de exhibici¨®n.

Lo curioso es que el Gobierno Civil de Burgos no se enter¨® del proyectado combate infantil hasta que se organiz¨® el esc¨¢ndalo, porque, seg¨²n el gobernador, en la autorizaci¨®n no se especificaba. En el Consejo Superior de Deportes (CSD) tampoco sab¨ªan nada, pese a que en la tarde de ayer el secretario de Estado Rom¨¢ Cuy¨¢s se reun¨ªa con los directivos de la Federaci¨®n Espa?ola de Boxeo. El portavoz del CSD remiti¨® el problema a la federaci¨®n. En la reuni¨®n, Cuy¨¢s s¨®lo discuti¨® el presupuesto de la federaci¨®n de ese llamado deporte. Los argumentos de la propia federaci¨®n para no reponsabilizarse tampoco del problema son ingenuos: para ellos s¨®lo existen licencias federativas a partir de los 16 a?os. Los ni?os boxeadores no combaten; s¨®lo se exhiben, seg¨²n dicen, a modo de defensa personal.

La utilizaci¨®n y explotaci¨®n de los ni?os por sus mayores en espect¨¢culos de ese g¨¦nero merecen, en cualquier caso, una reprobaci¨®n absoluta, que, sin embargo, la Secretar¨ªa de Deportes, la federaci¨®n y otros organismos oficiales han evitado hacer. El Ministerio de Cultura debe abrir una investigaci¨®n sobre este caso, saber si se producen otros similares con frecuencia y adoptar las medidas necesarias para que la podredumbre del deporte profesional no mine tambi¨¦n la voluntad de los j¨®venes aficionados y los explote a sus anchas, incluso enarbolando en ocasiones motivaciones supuestamente ben¨¦ficas.