Graves problemas de contaminacion en los r¨ªos yugoslavos
Los m¨¢s viejos de Belgrado se r¨ªen ahora de quienes hasta hace poco bromeaban con el diario ritual de los jubilados que, llueva nieve o truene, salen por las ma?anas con sus garrafitas de pl¨¢stico de dos litros a por agua pura a la fuente del bosque de Topchider.Recientes an¨¢lisis prueban que si el mill¨®n y medio de ciudadanos siguen bebiendo las mal filtradas aguas del r¨ªo Sava no llegar¨¢n a viejos. A fines de diciembre, la contaminaci¨®n lleg¨® a l¨ªmites cercanos a la cat¨¢strofe.
A principios del oto?o, por fortuna, empezaron a surgir manchas de petr¨®leo sobre las agua del Sava, r¨ªo con nombre de santo serbio y mucho m¨¢s caudal que cualquier otro espa?ol. Los filtros de carb¨®n de las plantas depuradoras se rompieron y los an¨¢lisis se extremaron. Barrios enteros de Belgrado se quedaron a secas en medio de la nieve. Fue algo as¨ª como si alguien se negara a beber agua envenenada de un vaso donde hubiera ca¨ªdo una inocente mosca. El petr¨®leo en este caso hizo el papel de mosca.
Los an¨¢lisis ahora revelados muestran que una de las f¨¢bricas yugoslavas m¨¢s importantes del sector de la electr¨®nica llevaba 15 a?os arrojando productos qu¨ªmicos altamente peligrosos a un afluente del Sava. La sustancia en cuesti¨®n (PCB) est¨¢ registrada como altamente cancer¨ªgena y hasta causante de mutaciones gen¨¦ticas. Hace unos a?os enterraron en terrenos de una hacienda social dos toneladas y media de un pesticida llamado kreozan. Las aguas subterr¨¢neas se abrieron paso hasta la fosa y, con la crecida de la primavera, todos los trigales de la comarca se ti?ieron de amarillo del pesticida.
Adem¨¢s, en las orillas del Sava, que en Belgrado desemboca en el Danubio, hay bastantes centrales at¨®micas, habi¨¦ndose registrado un aumento de la radiactividad de las aguas, aunque no hasta l¨ªmites alarmantes por ahora. La presa hidroel¨¦ctrica de Djerdap (puertas de hierro), en la frontera danubiana yugoslavo-rumana, es el mayor embalse de Europa y all¨ª se acumulan las suciedades de media Europa, que despu¨¦s siguen su rumbo hacia el mar Negro.
Las leyes yugoslavas de preservaci¨®n del medio ambiente son, sobre el papel, ideales. Pero la depuraci¨®n es muy costosa incluso para pa¨ªses mucho m¨¢s ricos que la endeudada Yugoslavia.
Se calcula que s¨®lo el 1% de las aguas de desechos urbanos y fabriles le vuelve al Sava convenientemente depurado. Los cuatro organismos aut¨®nomos yugoslavos por donde pasa este r¨ªo arrojan anualmente en su cauce 1.435 millones de metros c¨²bicos de agua contaminada.
A la hora de hablar de costosas purificaciones, los responsables yugoslavos se refugian en su inmunidad auton¨®mica, result¨¢ndole m¨¢s f¨¢cil a la federaci¨®n yugoslava, en muchos casos, pactar con h¨²ngaros o austriacos que con sus propios organismos aut¨®nomos.
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