Los propietarios minoritarios de Banco Atl¨¢ntico recibiran 1.700 pesetas por acci¨®n

El comit¨¦ de representantes de los accionistas minoritarios de Banco Atl¨¢ntico y la Administraci¨®n han llegado a un acuerdo en el establecimiento del justiprecio del valor de las acciones expropiadas, junto con el resto de bancos y empresas del grupo Rumasa, el 23 de febrero de 1983. Acuerdo que se espera sea ratificado a finales de este mes por la asamblea de accionistas que se convocar¨¢ para tal fin. La Administraci¨®n pagar¨¢ hasta 1.700 pesetas por acci¨®n, despu¨¦s de valorar al 150% el valor de las acciones y aumentar este precio en un 20% como reconocimiento de los intereses devengados y no satisfechos en los dos a?os que han transcurrido entre el momento en que fueron expropiadas y el de la liquidaci¨®n a los antiguos propietarios.

Hoy martes se reune el comit¨¦ de representantes de los accionistas minoritarios de Banco Atl¨¢ntico, encabezado por el anterior presidente de la entidad Casimiro Molins, para decidir la convocatoria de una asamblea general de afectados por la expropiaci¨®n a celebrar entre el 22 y el 25 de este mes de enero. El comit¨¦ de representantes lleg¨® a un principio de acuerdo con la Administraci¨®n sobre la base de establecer el justiprecio en el 150% del nominal de las acciones.Los accionistas minoritarios, 19.000 personas que ostentaban aproximadamente el 30% de los 6.825 millones de pesetas de capital de la entidad, propusieron en los primeros d¨ªas del mes de mayo pasado un justiprecio del 200%, en funci¨®n de que el valor de cotizaci¨®n de las acciones del Atl¨¢ntico durante los dos primeros meses de 1983, antes de la expropiaci¨®n de las empresas de Rumasa, fue del 217%, aunque descendi¨® en los d¨ªas inmediatos a la expropiaci¨®n.

Desde el mes de mayo hasta ahora se han mantenido diversas reuniones entre las partes para tratar de alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas y la ¨²ltima oferta, en la que existe un acuerdo de principio, establece el pago real de las acciones expropiadas en un 170% de su valor nominal, 1.700 pesetas por acci¨®n, lo que representar¨¢ un desembolso del Estado de casi 2.050 millones de pesetas, mientras que el Patrimonio del Estado recibi¨® por su venta al consorcio de bancos ¨¢rabes y el Exterior de Espa?a 1.540 millones por su venta. La operaci¨®n se cierra, pues, con una p¨¦rdida para el Estado de 500 millones de pesetas.

El Banco Atl¨¢ntico fue expropiado el 23 de febrero de 1983 junto con el resto de bancos y empresas del grupo Rumasa al ser este holding el accionista mayoritario de la entidad. El Atl¨¢ntico, a pesar de que la mayor parte de su capital estaba en manos de Rumasa nunca fue controlado por Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos de forma directa, lo mismo que hizo con el resto de las entidades financieras que fue adquiriendo.

Despu¨¦s de 13 meses de administraci¨®n por parte del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos en entidades bancarias el Banco Atl¨¢ntico fue reprivatizado en concurso subasta al que compitieron dos ofertas: una presentada por el Banco de Bilbao, y otra por un consorcio ¨¢rabe-espa?ol en el que el Arab Banking Corporation aportaba el 70%, el Banco ?rabe Espa?ol -Aresbank- el 5% y el Banco Exterior de Espa?a -de mayor¨ªa de capital p¨²blico- el 25%. restante. Esta fue la oferta a la que se le concedi¨® finalmente el Banco Atl¨¢ntico.

La renacionalizaci¨®n

Las condiciones de venta del Atl¨¢ntico al consorcio de bancos p¨²blicos establec¨ªan la valoraci¨®n de las acciones en el 75% del nominal de las mismas (750 pesetas) a pagar al Patrimonio del Estado como propietario en aquel momento del 100%. del capital y una ampliaci¨®n de capital por 7.800 millones de pesetas a desembolsar por los adquirentes de forma inmediata. En la oferta que result¨® vencedora se estipulaba que las ayudas recibidas del Banco de Espa?a, 7.000 millones de pesetas, se devolver¨ªan la mitad a los seis meses de la adjudicaci¨®n y el resto a los doce meses.La venta del Banco Atl¨¢ntico a un consorcio de bancos extranjeros y al Exterior de Espa?a produjo momentos de tensi¨®n entre la banca privada, en especial con el Banco de Bilbao que present¨® una oferta que fue derrotada.

Las opiniones que se vertieron entonces hablaban de que no se contemplaba, en la oferta ganadora, el precio pol¨ªtico deimplantaci¨®n de una entidad extranjera en Espa?a con plena libertad de expansi¨®n y crecimiento y con un volumen ya importante de dep¨®sitos y de inversi¨®n. No obstante estas declaraciones no hubo apenas presiones pol¨ªticas para tratar de hacer variar los planteamientos de quienes decidieron sobre la adjudicaci¨®n.

La venta del Atl¨¢ntico estuvo precedida de alg¨²n viaje a Londres del entonces secretario general del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos, y hoy subgobernador del Banco de Espa?a, Juan Antonio Ruiz de Alda, del consejero delegado del Banco Exterior, Rafael Mart¨ªnez Corti?a -hoy tambi¨¦n vicepresidente del Atl¨¢ntico- y de Luis Va?¨®, director general de Aresbank, que fue quien dise?¨® la mayor parte de la operaci¨®n.

La adjudicaci¨®n al consorcio se interpret¨® en su momento como un intento de contentar a medias a quienes presionaban para que el mayor banco del grupo Rumasa no volviera a manos privadas y de mantener las promesas de reprivatizaci¨®n que se hicieron en el momento de la expropiaci¨®n.

No obstante esto no content¨® demasiado ni a unos ni a otros, aunque sirvi¨® para que los grandes bancos no pusieran especiales impedimentos a la propuesta del ministro de Econom¨ªa y Hacienda para la reprivatizaci¨®n del resto de los bancos del grupo.

De esta forma los presidentes de los grandes bancos privados nacionales asumieron el compromiso de suscribir 440.000 millones de pesetas en deuda p¨²blica a largo plazo para eliminar los cr¨¦ditos que los bancos de Rumasa tenian concedidos a las empresas del grupo a cambio de quedarse con los 17 peque?os bancos e impedir que fueran vendidos a algunas entidades extranjeras que mostraron sus deseos de comprar algunas de estas entidades.