Conversando de nuevo

Es indiscutiblemente mejor, tanto para sovi¨¦ticos como para americanos, conversar sobre sus respectivas armas nucleares, a seguir adquiri¨¦ndolas fren¨¦ticamente aislados unos de otros. El tener que hablar sobre sus programas armament¨ªsticos reduce considerablemente las oportunidades de un error de c¨¢lculo. Las conversaciones sirven para calmar -o confirmar- sospechas mutuas. ( ... )El acuerdo logrado en Ginebra ( ... ) constituye un modesto avance. En ¨¦l ha quedado reflejado que la agresiva hostilidad de los ¨²ltimos a?os ha producido mayores costes que el propio aumento de los presupuestos militares. Esto favoreci¨® el desarrollo de un sentimiento de ansiedad y falta de cooperaci¨®n entre los aliados, lo cual les llev¨® a modificar presupuestos y pol¨ªticas dom¨¦sticos. A¨²n m¨¢s peligrosamente, colm¨® la paciencia de otros pa¨ªses que hab¨ªan frenado sus adquisiciones de armas nucleares ante la promesa aducida por las superpotencias de reducir las propias.

( ... ) El acuerdo entre Shultz y Gromiko para debatir el control de armamentos en un pr¨®ximo encuentro no implica una promesa formal sobre una posible compatibilidad entre los objetivos de los dos Gobiernos, una dedicaci¨®n a la tarea por ambas partes o un acuerdo sobre la urgencia que el tema requiere. ( ... )