El colegio Severo Ochoa reanuda las clases tras la incorporaci¨®n de alumnos gitanos
Los alumnos del colegio p¨²blico Severo Ochoa, situado en la barriada madrile?a de Vic¨¢lvaro, reanudaron ayer la clases con normalidad rodeados de una discreta vigilancia policial, seg¨²n manifest¨® Angel Hern¨¢ndez, director del centro docente.El director confirm¨® que ayer se encontraban en el aula para ni?os gitanos 31 alumnos, cinco menos de los que asistieron el primer d¨ªa lectivo del presente a?o. Un numeroso grupo de los m¨¢s de 400 ni?os payos que fueron sacados del centro por sus padres el mismo d¨ªa que se incorporaron los 35 ni?os gitanos volvieron ayer a clase, seg¨²n manifestaron fuentes de la Direcci¨®n Provincial de Educaci¨®n. La ausencia de estos ni?os a las clases se debi¨®, seg¨²n la misma fuente, m¨¢s al frio que al conflicto racial.
En el colegio, pese a que las clases se llevaron a cabo con normalidad, persisten los problemas de calefacci¨®n como consecuencia de una nueva aver¨ªa en un calentador, seg¨²n manifestaron fuentes de Educaci¨®n.
El pasado d¨ªa 8 de enero, al comenzar el segundo trimestre del curso escolar, la polic¨ªa tuvo que proteger a 36 ni?os de raza gitana, que acud¨ªan antes a una escuela especial en la parroquia del Cristo de la Gu¨ªa, para que pudieran acceder a un aula del centro. Un numeroso grupo de padres, que se opon¨ªan a la entrada de los ni?os al centro, pidieron a voces la dimisi¨®n del director. El colegio fue cerrado posteriormente argumentando que la calefacci¨®n no funcionaba. El pasado viernes, al reanudarse las clases, las aulas fueron desalojadas por amenaza de bomba.
La junta directiva de la Asociaci¨®n de Padres de Alumnos (APA) difundi¨® un comunicado en el que rechazaba las acusaciones de racismo que se han hecho a un grupo de padres desde distintos sectores, y se afirmaba que "hemos estado siempre a favor de la integraci¨®n de cualquier colectivo social marginado".
La junta a?ade que nunca se ha opuesto a la presencia de una parte de los 35 ni?os gitanos. Seg¨²n los representantes de padres, el problema no es la escolarizaci¨®n de estos ni?os sino la existencia de un poblado gitano pr¨®ximo al colegio, y sus habitantes, la mayor¨ªa de nacionalidad portuguesa.
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