Clavic¨¦mbalos en el Real: una bocanada de aire fresco entre novenas
La universidad Aut¨®noma de Madrid ha brindado un concierto, dentro de su ciclo sobre la m¨²sica de c¨¢mara en la Europa de nuestro tiempo, que ha supuesto una bocanada de aire fresco entre las grandes masas orquestales de las novenas pasadas (Beethoven) o anunciadas (Shostakovich, Brukner). Aire fresco fuera del teatro y dentro del mismo, ya que un p¨²blico mayoritariamente joven, muy distinto al habitual del Real, llen¨® el local con ese silencio y entusiasmo t¨ªpicos de aquellos para quienes la asistencia a un concierto es casi un evento, a fin de escuchar un programa infrecuente y original entre tanto repertorio a una agrupaci¨®n cuya nota predominante era tambi¨¦n su juventud.Tras una pieza de Leclair, Scylla et Glaucus, que sirvi¨® de digna introducci¨®n, dos conciertos de Bach para tres y cuatro clavic¨¦mbalos.
Ensemble Instrumental de Grenoble
Scilla et Glaucus, de Leclair. Conciertos para tres y cuatro clavic¨¦mbalos, de Bach; Concierto para viol¨ªn y c¨¦mbalo, de Haydn; Six Epigraphes Antiques, de Debussy. Teatro Real. Madrid, 16 de enero.
Muy escasas son las composiciones de este tipo, ya sean para clave o para piano. Bach y Mozart quiz¨¢ sean los autores de las obras m¨¢s representativas. Lo m¨¢s interesante del concierto en do mayor, el mejor de los dos escritos por Bach para tres claves, es el melanc¨®lico adagio central, sorteado por un polif¨®nico final y un alegro inicial de car¨¢cter poderoso, en el que los tres claves tocan al un¨ªsono.
?mpetu y energ¨ªa
Las posibilidades Para el lucimiento de los solistas, cuya potencia sonora result¨® un punto por debajo de lo deseable, se incrementan en el concierto para cuatro claves, de estilo incluso m¨¢s italiano que el anterior, consecuencia l¨®gica al ser un arreglo del concierto para cuatro violines de Vivaldi. La agrupaci¨®n y los solistas supieron reflejar con acierto su impetuosidad y energ¨ªa.
En la segunda parte, otras dos obras infrecuentes: el concierto para viol¨ªn y c¨¦mbalo de Haydn, en el que la concertino del Ensemble Instrumental de Grenoble actu¨® correctamente de solista, y los Six Epigraphes Antiques, de Debussy, cuyo sosegado y eleg¨ªaco car¨¢cter s¨®lo fue capaz de provocar un bis de este conjunto franc¨¦s, fundado en 1968 y especializado en la m¨²sica del siglo XVIII.
A t¨ªtulo anecd¨®tico apuntemos que desde hace unos d¨ªas preside los conciertos en el Teatro Real el emblema, falto de imaginaci¨®n y originalidad, del A?o Europeo de la M¨²sica. Se trata de un c¨ªrculo rodeado de estrellas. El dise?o es una composici¨®n escasamente original a partir de una cara, la nota de sol, las cuerdas de una lira... Est¨¢ situado debajo del ¨®rgano, y se impone en la visi¨®n del espectador, que en la audici¨®n de m¨²sica no debiera ser perturbado por nada. El emblema ha venido a a?adir una nota de discutible gusto al ya de por s¨ª poco atractivo escenario del teatro.
Babelia
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