'Hombres de Ar¨¢n', un cl¨¢sico magistral
Incomprendido por los comerciantes, poco apoyado por las instituciones oficiales, pero siempre dispuesto a continuar su trabajo, Robert J. Flaherty, director de Hombre de Ar¨¢n, est¨¢ considerado como uno de los grandes maestros del g¨¦nero documental. "Tiene una fe casi m¨ªstica en la capacidad de la c¨¢mara", dijo de ¨¦l John Grierson, otro grande del g¨¦nero, "con la c¨¢mara v¨¦ m¨¢s all¨¢ de los ojos humanos, llega hasta las cualidades interiores del hombre".
Hombres de Ar¨¢n data de 1933. Ya para entonces Flaherty hab¨ªa filmado algunas de sus pel¨ªculas clave y hoy piezas esenciales en la historia del cine (Nanuck, el esquimal; Moana; Tab¨² ... ) con un rigor extraordinario, poco corriente incluso en aquel escrupuloso tratamiento del g¨¦nero.
Para este filme, ("uno de los m¨¢ximos documentales de la historia del cine", en opini¨®n del historiador espa?ol Manuel Villegas) el director vivi¨® durante m¨¢s de un a?o en una de las islas del archipi¨¦lago de Ar¨¢n, al oeste de Irlanda, observando la vida de sus habitantes mientras improvisaba los medios t¨¦cnicos que le ser¨ªan necesarios para la posterior filmaci¨®n: "como no hab¨ªa luz el¨¦ctrica, Flaherty, su esposa y su hermano instalaron un laboratorio port¨¢til y una peque?a sala de proyecci¨®n, produciendo la corriente con un motor de gasolina. Y registraron el sonido en disco, asi como los temas folcl¨®ricos para componer la m¨²sica", lo que al citado historiador le confirma que "el filme est¨¢ realizado con la mayor autenticidad, a costa de todas las dificultades y con los procedimientos personales de Flaherty, tan cercanos a la artesan¨ªa y a los del aficionado. Sin embargo, pocas veces el cinema ha logrado una obra tan extraordinaria, por completo conseguida en todos sus puntos".
Un genio del cine
Este peculiar cineasta, que falleci¨® en 1951, comulg¨® con el rechazo a toda civilizaci¨®n que hab¨ªa sensibilizado a numerosos intelectuales norteamericanos. Buscador de minas en su primera profesi¨®n, Flaherty apoyaba la creencia de que "la naturaleza se lo da todo al hombre".En los primeros a?os veinte, el documental, especialmente el sovi¨¦tico, hab¨ªa abierto al cine un campo insospechado. A trav¨¦s de la pantalla pod¨ªan conocerse realmente los acontecimientos que suced¨ªan en otros confines del mundo. Tard¨® poco en decidirse. Fueron los productores o las empresas a las que solicit¨® ayuda las que demoraron su trabajo. De no haber sido as¨ª, en lugar de la breve filmograf¨ªa que nos ha dejado, Flaherty hubiera podido realizar todos sus sue?os.Hombres de Ar¨¢n fue m¨¢s tarde imitada por otros cineastas. Recientemente ve¨ªamos en televisi¨®n La isla desnuda, de Kaneto Shindo, claramente inspirada en el trabajo de Flaherty pero, sin duda, con menor creatividad. Dividida tambi¨¦n en cuatro apartados, Hombres de Ar¨¢n tiene, fundamentalmente en los primeros momentos, una fuerza narrativa que, a pesar del tiempo, a¨²n puede sobrecoger. La dura vida de esa familia de pescadores en la que la madre y el ni?o son claros protagonistas (Flaherty ten¨ªa diversos proyectos de pel¨ªculas interpretadas por ni?os) est¨¢ contemplada desde la sensibilidad de un poeta, pero tambi¨¦n desde hechos ciertos, cotidianos.
En tal sentido, tuvo problemas el director para convencer a quienes ser¨ªan sus int¨¦rpretes: desconfiaba la familia de pescadores de aquellos extra?os forasteros a quienes confund¨ªan con un grupo de misioneros protestantes encubiertos. Eran a¨²n escasas las proyecciones cinematogr¨¢ficas en aquellas islas y las razones que arg¨¹¨ªa Flaherty no parec¨ªan de este mundo. En la pel¨ªcula se refleja claramente esa actitud: "una concepci¨®n casi matriarcal de la existencia primitiva y biol¨®gica, donde el hombre ha de salir a dar la batalla a la naturaleza y la mujer est¨¢ encargada de mantener la vida misma, en la casa, con el fuego, la l¨¢mpara, los animales, los hijos, incluso la tierra que hay que sembrar... Todo ello est¨¢ dado en la pel¨ªcula al trasluz de los hechos puros y directos.
Claudio Guerin relacionaba Hombres de Ar¨¢n con La terra trema y Las Hurdes: "recordando estos filmes, es inevitable pensar que el plano po¨¦tico no excluye la dimensi¨®n cr¨ªtica".
Hombres de Ar¨¢n se emite hoy a las 22.00 por la Segunda Cadena.
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