El blanco duelo de austriacos y suizos
Comienzan los XIX Campeonatos del Mundo de esqu¨ª alpino
ANTONIO GUERREROLas monta?as de la Valtellina ser¨¢n testigos del duelo de los esquiadores austriacos y suizos, dentro de los XIX Campeonatos del Mundo. Desde que, en 1936, la Federaci¨®n Internacional de Esqu¨ª (FIS) cre¨® estas competiciones, estos dos pa¨ªses alpinos han mantenido su lucha particular por el liderazgo mundial. Sin embargo, no siempre fueron los ganadores. La FIS, 29 a?os despu¨¦s de crear los Mundiales, decidi¨® que se empezar¨ªa a contar desde 1931, a?o en que se empezaron a disputar unas competiciones alpinas de car¨¢cter anual.
A partir de entonces, austriacos y suizos tomaron conciencia nacional y comenzaron a ganar medallas hasta sumar un total de 95 (entre oro, plata y bronce) los primeros y 76 los segundos. Los brit¨¢nicos se tuvieron que conformar con 11 en toda la historia de esta competici¨®n, la mayor¨ªa ganadas en los primeros a?os, cuando organizaba la competici¨®n el Ski Club Brit¨¢nico.
El suizo Pirmin Zurbriggen es hoy el favorito. Tiene la gran responsabilidad de rememorar los ¨¦xitos de Zogg, Prager, Furrer, Rominger, Schneider, Molitor y Russi. S¨®lo que ¨¦l no lo tendr¨¢ f¨¢cil. Reci¨¦n salido de una lesi¨®n de rodilla, que le ha ocasionado perder el primer puesto de la Copa del Mundo, tendr¨¢ que enfrentarse, adem¨¢s de a los austriacos, italianos, yugoslavos, suecos y alemanes occidentales, con sus compa?eros de equipo.
La ¨²nica ventaja con la que cuenta es ser polivalente. Lo m¨¢s parecido a los esquiadores de anta?o. Todos participaban en todo, aunque con m¨¢s fortuna en alguna disciplina. Ese era el caso del suizo Rudolf Rominger, que en los mundiales de 1936, en Innsbruck (Austria), venci¨® en el descenso. Su postura aerodin¨¢mica, acurrucado extra?amente sobre los esqu¨ªs, har¨ªa sonre¨ªr hoy d¨ªa a m¨¢s de un principiante. Sin embargo, a ¨¦l le vali¨® para sacar 14 segundos de ventaja al segundo clasificado, el italiano Sertorelli.
El equipo femenino suizo, en cambio, tiene muchas posibilidades. Aparte de Erika Hess, que no est¨¢ esquiando como en ella es habitual, est¨¢ Michela Figini, la gran favorita de esta temporada. Ella, con el apoyo del resto del equipo, puede obtener una medalla con facilidad.
El equipo masculino de Austria lo basar¨¢ todo en su equipo de descenso. A pesar de la dimisi¨®n de su entrenador, por considerar su labor poco efectiva, los velocistas Hoeflechner y Winsberger han vencido en tres descensos de los cinco disputados en la Copa del Mundo. Tambi¨¦n ellos siguen una tradici¨®n. No tienen m¨¢s que mirar al pasado e intentar emular a los Seelos, Lantschner, Matt, Sailer o Schranz. Este ¨²ltimo el m¨¢s grande, sin discusi¨®n. Con 33 a?os venci¨® en el eslalon gigante de los Mundiales de Val Gardena (ltalia) en 1970.
Pero esto del sentimiento nacional no es nuevo. La exaltaci¨®n del nazismo de 1936 a 1939 contribuy¨® a que los esquiadores alemanes consiguieran grandes ¨¦xitos. El equipo m¨¢s fuerte era el femenino, que contaba con Cranz, Grasegger y Resch. Obtuvieron, entre los campeonatos en Chamonix (Francia), en 1937, los de Engelberg (Suiza), en 1938, y los de Zakopane (Polonia), en 1939, nueve medallas de oro (todas las que estaban en disputa), cuatro de plata y siete de bronce.
La inc¨®gnita Girardelli
En Bormio, el esqu¨ª italiano, casi inexistente en las ¨²ltimas temporadas, se tendr¨¢ que desquitar. Adem¨¢s est¨¢n en su casa, con un nuevo equipo, entrenado por el famoso Gustavo Thoeni. Francia, que anta?o fue poderosa, tendr¨¢ que seguir viviendo de recuerdos en el esqu¨ª masculino.
Algunos austriacos han protagonizado a lo largo de la historia problemas rid¨ªculos. Por ejemplo, Tony Sailer, ganador de tres medallas de oro en los Juegos de Cortina D'Ampezzo en 1956 y otras tres en los Mundiales de Badgastein (Austria) en 1958. Sailer se retir¨® a los 23 a?os, acusado de profesionalismo por participar en una cursi pel¨ªcula, Vacaciones de invierno, en la que se interpretaba a s¨ª mismo.
Despu¨¦s de tantos a?os de disputas con el COI, la FIS act¨²a con similar estrechez. Deja participar al sueco Ingemar Stenmark, ¨²nico poseedor de la licencia B (autorizaci¨®n para quedarse con el dinero de los contratos publicitarios), pero no a Marc Girardelli, salvo que consiga el milagro de nacionalizarse luxemburgu¨¦s de hoy a ma?ana, sin esperar dos o cuatro meses como ser¨ªa lo normal. La FIS tiene ya conocimiento de la petici¨®n del esquiador a¨²n austriaco, pero que representa a Luxemburgo en la Copa del Mundo (tras enfadarse con la federaci¨®n de su pa¨ªs de origen) por lo que hasta ahora no hab¨ªa podido participar en los Juegos de Sarajevo ni podr¨ªa hacerlo en los Mundiales, al no tener su pasaporte. Seg¨²n el padre de Girardelli, "sin tener el pasaporte, s¨®lo con que la FIS sepa ya su intenci¨®n, deber¨ªa bastar". Pero la excepci¨®n parece dif¨ªcil.
La austriaca Erika Schinegger venci¨® en el descenso de Portillo (Chile, 1966). Dos a?os despu¨¦s, en los Juegos Ol¨ªmpicos de Grenoble (Francia), se le prohibi¨® participar al existir dudas sobre su sexo. Tras cuatro intervenciones quir¨²rgicas, Erika se convirti¨® en Erik y en ciclista. En 1975 contrajo matrimonio con Renata Naubacher y, tres a?os despu¨¦s, naci¨® su primera hija, Claire. "Le daremos a Claire cuatro hermanos", dijo Erik, antes Erika, junto a su esposa Renata, madre de Claire.
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