Ricardo Bofill: "El clasicismo-moderno tiene elementos recuperables que permiten su industrializaci¨®n"
El arquitecto catal¨¢n Ricardo Bofill declar¨® ayer. "La modernizaci¨®n del pa¨ªs no aparece por ning¨²n lado", sobre todo en los aspectos del urbanismo, donde "los edificios se f¨¢brican artesanalmente". El paso de la artesan¨ªa a la tercera revoluci¨®n industrial fue desarrollado en el Club Siglo XXI, de Madrid, en su conferencia Clasicismo y tecnolog¨ªa en arquitectura y urbanismo. Bofill, de 45 a?os, pendiente de pr¨®ximos proyectos en Estados Unidos y China Popular, opina que su actual trabajo, el clasicismo moderno, "tiene elementos recuperables y ¨²tiles que permiten su industrializaci¨®n".
Ricardo Bofill, presentado por Juan Luis Cebri¨¢n, director de EL PA?S, intervino ayer en el ciclo Las nuevas ideas, del Club Siglo XXI, donde habl¨® de clasicismo y tecnolog¨ªa. "Bofill siempre me ha parecido un moderno absoluto" -dijo Juan Luis Cebri¨¢n-, "un hombre de su tiempo, un habitante del mundo, capaz de crear y condicionar el futuro, imposible sin un anclaje serio en los valores de la tradici¨®n". Y a?adi¨® en otro momento: "No hay modernidad sin tolerancia, y una buena manera de modernizar a Espa?a es incorporar a personas e instituciones que fueron negadas por la intolerancia"."La modernizaci¨®n no est¨¢ en marcha", dijo en su intervenci¨®n Ricardo Bofill. Aunque admite las buenas intenciones de los pol¨ªticos y sus dificultades, la consolidaci¨®n de la democracia tras 40 a?os de retraso, la actitud de los intelectuales y la falta de alternativa, Bofill quiere, sobre todo, "que las cosas funcionen como en Europa, a base de preparaci¨®n y gesti¨®n". "En urbanismo, viviendas, barrios", manifest¨®, "se hace poco o casi nada. Se pod¨ªan construir viviendas sociales y recuperar los barrios, con f¨®rmulas experimentadas ya en otros pa¨ªses".
Clasicismo y tecnolog¨ªa son conceptos que definen el actual trabajo de Bofill. "Seg¨²n el diccionario, clasicismo se identifica con arcaismo,", declar¨® el arquitecto, "como una vuelta al pasado. Tambi¨¦n quiere decir sentido de la permanencia en el arte. La obra de arte en esta d¨¦cada pasa de ser necesariamente una idea de consumo o un hecho coyuntural para convertirse en una obra que trasciende a la vida de una persona o un suceso hist¨®rico. Clasicismo es sentido de las proporciones, recuperar sistemas arm¨®nicos que ponen en relaci¨®n al hombre con los elementos fisicos, como ocurri¨® en la antig¨¹edad, Grecia y el renacimiento. La tecnolog¨ªa, o la utilizaci¨®n de los sistemas t¨¦cnicos, no s¨®lo se refiere a los materiales de construcci¨®n. Es el uso de las nuevas tecnolog¨ªas para la fabricaci¨®n de edificios y barrios".
Al decir que no existe en Espa?la una industria de la construcci¨®n -"estamos en la artesan¨ªa"-, Bofill afirma que si este m¨¦todo artesanal es viable para hacer sedes de bancos en la Castellana, no sirve para realizar barrios o viviendas sociales.
En Espa?a, opina el arquitecto, no hay mentalidad para la industrializaci¨®n de la construcci¨®n y menos para la utilizaci¨®n de la tecnolog¨ªa de los ordenadores para proyectar, concebir y fabricar. "Es un problema de escuela. Trabajar con la inteligencia artificial, los ordenadores, pasa antes por la superaci¨®n de la artesan¨ªa por la industria".
Estas diferencias y la falta de una "voluntad pol¨ªtica y t¨¦cnica fuerte" hacen decir a Bofill: "Tengo la impresi¨®n de que estoy trabajando en Europa y aqu¨ª es muy dif¨ªcil". Con su multinacional Taller de Arquitectura, con sedes en Barcelona y Par¨ªs, extiende su trabajo a diferentes culturas. Seg¨²n Bofill, tienen proyectos en Espa?a, Francia, Estocolmo, ?frica y Oriente Medio. En la actualidad existen contactos para trabajos en Estados Unidos, "que me interesan especialmente", y en China Popular. En junio se inaugura una exposici¨®n en el MOMA de Nueva York.
Comprar el estilo
"Los norteamericanos" -explica Bofill- "se interesan ¨²nicamente por el estilo. No nos llaman ni por la t¨¦cnica ni para solucionar problemas de tipo social. Soy un arquitecto que hace un determinado estilo y quieren este estilo, hasta el punto de que quieren comprar los planos de los edificios construidos, como antes se quer¨ªan llevar las iglesias rom¨¢nicas enteras. El caso de China Popular es distinto. Tienen un sistema industrial caduco, un sistema de prefabricados pesado, vendido por los rusos hace 20 a?os que a su vez compraron a los franceses, y, con este sistema construyen dos millones y medio de viviendas al a?o. Quieren modificar el sistema tecnol¨®gico, les interesa los temas sociales, econ¨®micos y t¨¦cnicos, no el estilo".
Bofill contempla el proceso de la arquitectura contempor¨¢nea como una b¨²squeda de la vanguardia. Pertenece al movimiento posmoderno, surgido, seg¨²n explica, de la reacci¨®n frente a la arquitectura internacional de los pa¨ªses industriales, con modelos aplicables a cualquier cultura. "El posmoderno rompe con esta hegemon¨ªa cultural y hay que hacer un esfuerzo para adaptar modelos a culturas distintas, teniendo en cuenta el lugar y la historia. En la situaci¨®n actual hay dos tendencias: una, m¨¢s anglosajona, basada en la alta tecnolog¨ªa, la arquitectura del vidrio y del acero; otra, historicista, a la que pertenezco, donde la b¨²squeda de los originales termina en el clasicismo".
Babelia
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