La futura pol¨ªtica cient¨ªfica se plantea como un instrumento para superar la crisis
El proyecto de ley de Fomento y Coordinaci¨®n de la investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica, m¨¢s conocido como ley de la Ciencia, que proximamente remitir¨¢ el gobierno a las Cortes, pretende apoyar el cambio de la ciencia espa?ola en la coordinaci¨®n, el incremento de los recursos y la adecuaci¨®n a las necesidades reales del pa¨ªs. La pol¨ªtica cient¨ªfica se plantea, seg¨²n este texto, como un instrumento para superar la crisis mediante una mejor estructura organizativa.
Junto a una comisi¨®n interministerial, presidida por el ministro de Educaci¨®n y Ciencia, el desarrollo cient¨ªfico se encauzar¨¢ a trav¨¦s de un Plan Nacional de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica de car¨¢cter plurianual. El primer plan, establecido para un per¨ªodo de cinco a?os, deber¨¢ ser aprobado antes del 30 de junio de este a?o. La Administraci¨®n ha adoptado un modelo centralizado, seg¨²n se recoge en la memoria de anteproyecto.En una reciente intervenci¨®n ante el C¨ªrculo Financiero de Madrid, el ministro de Educaci¨®n y Ciencia, Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, indic¨® que "Espa?a gasta en tomo a los 100.000 millones de pesetas anuales en compra de tecnolog¨ªa, mientras que solamente exporta por valor de 10.000 millones", y conclu¨ªa que, si no se altera esta situaci¨®n r¨¢pidamente, el futuro desarrollo econ¨®mico de nuestro pa¨ªs, y aun la independencia nacional de Espa?a, pueden quedar hipotecados de modo irreversible".
El dram¨¢tico pron¨®stico de Maravall llevaba impl¨ªcito el reconocimiento de la responsabilidad que ,tiene el deficiente sistema espa?ol de ciencia y tecnolog¨ªa en la decisi¨®n de las empresas que optan por la dependencia exterior para su desarrollo, seg¨²n queda refleja do en un estudio previo a la elaboraci¨®n del proyecto de ley de la Ciencia.
En el citado estudio se recogen los grandes males que afectan al sistema espa?ol de ciencia-tecnolog¨ªa: escasez de recursos humanos (unos 20 investigadores por cada 100.000 habitantes, cuando la media en los pa¨ªses de la CEE se acerca a 120) y materiales, y un gran desequilibrio regional. Resumiendo: se gasta poco y mal. A esto hay que a?adir la ineficacia derivada de la descoordinaci¨®n y el despilfarro que supone una investigaci¨®n que, siendo tan escasa, se ha desarrollado al margen de las demandas sociales.
En este contexto se comenz¨® a elaborar, hace aproximadamente un a?o, el anteproyecto de ley de la Ciencia, para establecer instrumentos eficaces de coordinaci¨®n y fomento de la investigaci¨®n y definir los objetivos prioritarios, para programar los recursos en funci¨®n de las necesidades econ¨®micas y sociales.
Por lo que se refiere al texto de la futura ley, ya sometido al Consejo de Ministros por el titular de Educaci¨®n y Ciencia, en la actualidad se est¨¢n recogiendo las sugerencias de los ocho ministerios con responsabilidades cient¨ªficas, seg¨²n indicaron a este peri¨®dico fuentes de la Administraci¨®n.
Coordinaci¨®n
El dispositivo central que introduce la futura ley para garantizar el funcionamiento coordinado del sistema es el Plan Nacional de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y Desarrollo Tecnol¨®gico, en el que se establecen los grandes objetivos en una programaci¨®n plurianual que debe ser aprobada por el Gobierno. Los programas que integran el plan se estructuran en tres niveles: nacionales, cuando se trata de atender prioridades de inter¨¦s general, sectoriales y de las comunidades aut¨®nomas.La ley de la Ciencia establecer¨¢ la creaci¨®n de un organismo supremo de programaci¨®n, en el que se definir¨¢n las prioridades: la Comisi¨®n Interministerial de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y Desarrollo Tecnol¨®gico, que preside un ministro designado por el presidente del Gobierno, en la que est¨¢n representados los ocho ministerios con responsabilidades en ciencia y tecnolog¨ªa. La Comisi¨®n Asesora de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica (CAICYT) se integrar¨¢ como gabinete t¨¦cnico de esta comisi¨®n interministerial, encargada de asignar los recursos a los diferentes programas, fomentar y coordinar el sistema ciencia-tecnolog¨ªa, incluyendo las relaciones internacionales, y potenciar la movilidad del personal investigador en funci¨®n de objetivos prioritarios.
La escasez de recursos dedicados a ciencia y tecnolog¨ªa en Espa?a aconseja dirigir los esfuerzos a solucionar las necesidades socioecon¨®micas reales de? pa¨ªs. Para lograr esto, la ley crea el Consejo Asesor para la Ciencia y la Tecnolog¨ªa, en el que estar¨¢n representadas las empresas, como potenciales usuarias de la investigaci¨®n. A efectos del primer plan nacional, su presidente ser¨¢ el ministro de Industria y Energ¨ªa, al ser ¨¦ste el departamento m¨¢s relacionado con el sector industrial. El consejo deber¨¢ asesorar en la definici¨®n de objetivos prioritarios de investigaci¨®n.
Tambi¨¦n se crea el Consejo General para la Ciencia y la Tecnolog¨ªa, integrado por un representante de cada comunidad aut¨®noma y miembros de la comisi¨®n interministerial.
La ley aborda la reforma de tres organismos p¨²blicos de investigaci¨®n (OPI): el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, el Instituto Geol¨®gico y Minero y la Junta de Energ¨ªa Nuclear, que en el futuro se llamar¨¢ Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas, adecuando su estructura al desarrollo de los planes nacionales. Probablemente se reformar¨¢n tambi¨¦n el Instituto Oceanogr¨¢fico y el Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial. En el futuro, estos OPI contar¨¢n con un presidente y un consejo rector.
El personal investigador
Se establece un mecanismo de gesti¨®n presupuestaria flexible y se promociona el desarrollo y la aplicaci¨®n de las investigaciones. La ley establece un ¨²nico estatuto del personal investigador.Entre las reformas previas a la ley de la Ciencia destaca la creaci¨®n de m¨¢s de 400 nuevas plazas para rejuvenecer la plantilla de investigadores de? Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas. Junto a la ley de la Ciencia, otra serie de normativas permitir¨¢n transformar el panorama cient¨ªfico espa?ol, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n. Entre estas normas, las citadas fuentes incluyen la vigente ley de Reforma Universitaria, as¨ª como la reforma del sistema de normalizaci¨®n y homologaci¨®n y la futura ley de patentes, con la que se intenta que las empresas nacionales dirijan sus esfuerzos a la obtenci¨®n de nuevos productos.
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