Se busca un novillero
Plaza de Valdemorillo. 4 de febrero. Primera corrida de feria.Novillos de San Rom¨¢n, con trap¨ªo y broncos.
Jos¨¦ Luis Sese?a. Ovaci¨®n y saludos. Palmas. Joselito. Ovaci¨®n y saludos. Silencio. Rafael Camino. Silencio. Aviso y silencio.
JOAQU?N VIDAL
La afici¨®n madrile?a desperez¨® ayer el letargo de la invernada para acudir a Valdemorillo, donde daban toros. Se trataba de satisfacer la afici¨®n y encontrar un novillero. Se busca un novillero. Con buen criterio, los empresarios de la plaza de Valdemorillo han montado su feria, la primera del a?o, con una selecci¨®n de interesantes novilleros, en los que, naturalmente, se encuentra el futuro de la fiesta.
Al concluir la novillada, la afici¨®n enfilaba la carretera, de vuelta a sus pueblos de origen -entre otros, Madrid-, con la sospecha de que la fiesta tiene dif¨ªcil el futuro, porque ese novillero que se busca no aparece. No apareci¨®, por lo menos, ayer en Valdemorillo. Y, sin embargo, cualquiera de los espadas de la terna puede cubrir los puestos que vayan dejando los matadores de alternativa. Entre el temple reposado de Sese?a, o la t¨¦cnica de Joselito, o la decisi¨®n de Rafael Camino, y los recursos, individualizados o colectivos, que exhiben a diario los diestros del escalaf¨®n superior, no hay demasiada diferencia.
Sese?a, Joselito y Camino conocen el toreo y lo practican con ortodoxia. Les falta oficio, pero ya les llegar¨¢ cuando se placeen. Ayer, en Valdemorillo, les faltaba tambi¨¦n el toro boyante que permitiera lucir las cualidades de cada uno. Excepto el primero, que tomaba con atemperada codicia los enga?os, y que aprovech¨® Sese?a para interpretar con cadencia el toreo fundamental, los dem¨¢s ten¨ªan genio, o eran querenciosos, o escapaban como enloquecidos de las suertes, o iban descaradamente al bulto, o todo a la vez.
Los novilleros no pudieron hacerles m¨¢s que en contadas ocasiones el toreo academicista y est¨¦tico que quiere la afici¨®n m¨¢s exquisita, pero fue importante observar que no rehu¨ªan la pelea, intentaban dominar las embestidas descompuestas.
Pues algo es, y aun es mucho El gent¨ªo se api?aba en los tendidos, tanto porque llenaba la plaza como para paliar los rigores del viento serrano recurriendo al calor humano. Todo estaba "hasta la bandera", inclu¨ªdo el palco presidencial. All¨ª quiso me terse una turista gorda y no la dejaron, a pesar de que esa compa?¨ªa s¨ª que hubiera confortado a sus ocupantes. Uno de ellos le explic¨® el motivo: "Se?ora, este palco est¨¢ reservado a la justicia".
La justicia no concedi¨® orejas y envi¨® un aviso a Camino, que mechaba como pod¨ªa una raspa cornalona, trotadora, berreona correosa y escurridiza. Valdemorillo, que inaugura tradicionalmente la temporada taurina, pa ece que ha asumido tan solemne responsabilidad y tanto la justicia como la afici¨®n no pasaban por movimiento mal hecho.
Semejantes actitudes, que son buenas para sustentar la categor¨ªa del espect¨¢culo, producen que los toreros duden antes de aceptar un contrato para plaza tan severa. Hay uno de los anunciados, Tin¨ªn, que ya se ha ca¨ªdo del cartel, y la municipalidad se sentir¨ªa complacida si lo sustituyera Pepe Pastrana. La pol¨ªtica est¨¢ metida en todo, y no menos en la fiesta. Por el callej¨®n se fumaba un puro Sim¨®n Casas, nuevo empresario de la plaza de Valencia, y le acompa?aba Eduardo Lozano, que ya ha contratado sus toreros para las fallas. Se supo all¨ª que Anto?ete, Curro Romero, Rafael de Paula, Pepe Luis V¨¢zquez, Curro V¨¢zquez y Luciano N¨²?ez formar¨¢n el "cartel del arte" en uno de los festejos de dicho ciclo. La temporada est¨¢ en danza y se ha puesto en marcha la m¨¢quina del negocio, en tanto que la afici¨®n busca un novillero; para cuando ya no quede con qui¨¦n negociar, que puede ser muy pronto.
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