Deuda externa e inflaci¨®n en Am¨¦rica Latina
El autor sit¨²a paralelamente el proceso inflacionario de Am¨¦rica Latina con el problema del pago de la deuda para trazar un panorama, nada halag¨¹e?o, de la regi¨®n. Sin embargo, no todos los pa¨ªses tienen las dificultades en el mismo grado ni su resoluci¨®n exige el mismo esfuerzo. Para Ferrer la respuesta argentina al ajuste es m¨¢s perversa, por ejemplo, que la brasile?a o la de M¨¦xico.
En Am¨¦rica Latina, la inflaci¨®n ha alcanzado niveles extraordinarios en los ¨²ltimos a?os. En Brasil, en 1984, el aumento de precios alcanz¨® el 200% y constituye un r¨¦cord hist¨®rico. En M¨¦xico ascendi¨® al 60%, y el Gobierno no logr¨® alcanzar las metas de estabilizaci¨®n buscadas desde la crisis financiera de 1982. En Argentina alcanz¨® casi el 700%, duplicando la del a?o anterior.Coincidentemente, los pa¨ªses latinoamericanos est¨¢n realizando una extraordinaria transferencia de recursos al exterior para pagar intereses de la deuda externa. En 1983, la regi¨®n realiz¨® pagos al exterior en concepto de intereses y utilidades del orden de los 35.000 millones de d¨®lares, y recibi¨® capitales netos del exterior inferiores a los 5.000 millones de d¨®lares. En consecuencia, la transferencia neta de recursos al exterior ascendi¨® a 30.000 millones de d¨®lares, que equivalen a un tercio de las exportaciones y al 50% del ahorro neto de la regi¨®n. Seg¨²n las estimaciones de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina (CEPAL), en 1984 los pagos ascienden a 36.000 millones de d¨®lares; la entrada neta de capitales, a 10.000 millones, y la transferencia de recursos al exterior, a 26.000 millones.
En los tres principales pa¨ªses latinoamericanos, la transferencia de recursos es extraordinaria. Brasil, en 1984, sobre exportaciones totales de m¨¢s de 26.000 millones de d¨®lares, registr¨® un super¨¢vit comercial del orden del 50% de ese monto. M¨¦xico obtuvo un super¨¢vit comercial cercano a los ingresos por la exportaci¨®n de petr¨®leo, de 15.000 millones de d¨®lares. Argentina registr¨® un super¨¢vit comercial de 4.000 millones de d¨®lares, equivalente a cerca del 50% del valor de las exportaciones. Estos super¨¢vit, que en todos los casos representan proporciones entre el 4% y el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) de cada pa¨ªs y absorben la mayor parte del ahorro neto de cada uno, se destinaron a transferir recursos al exterior para pagar intereses de la deuda.
?Qu¨¦ relaci¨®n existe entre las altas tasas de inflaci¨®n y esa transferencia de recursos al exterior? Muy estrecha, por las razones que en seguida se explican.
Deuda y d¨¦ficit fiscal
La mayor parte de la deuda externa de los pa¨ªses latinoamericanos corresponde al sector p¨²blico. De este modo, los intereses de la deuda aparecen en las cuentas fiscales. Conviene observar, pues, las relaciones entre los intereses de la deuda externa, las cuentas fiscales y la oferta monetaria.
El Estado tiene serias dificultades en generar, en el resto de sus operaciones, el super¨¢vit necesario para pagar los intereses de la deuda externa. Consecuentemente, opera con un elevado d¨¦ficit que incluye los intereses de la deuda m¨¢s el desequilibrio de las otras operaciones del sector p¨²blico. Como el mercado interno de capitales es d¨¦bil y el sistema opera con un bajo. nivel de monetarizaci¨®n, el d¨¦ficit fiscal debe financiarse con la expansi¨®n del cr¨¦dito del banco central. Esto da lugar a una expansi¨®n extraordinaria de los medios de pago. Como el sector p¨²blico no puede generar en la pr¨¢ctica el excedente que permita pagar los intereses de la deuda externa sin d¨¦ficit ni expansi¨®n monetaria, la deuda se convierte en un formidable factor de desequilibrio. La expansi¨®n monetaria neta se registra, en la realidad, v¨ªa sector privado. El cr¨¦dito del banco central que el Gobierno utiliza para pagar los intereses de la deuda es absorbido cuando el sector p¨²blico compra las divisas necesarias para transferir al exterior.
En la pr¨¢ctica, como la transferencia al exterior de intereses de la deuda externa es inferior a los intereses devengados, la expansi¨®n monetaria neta no es la que se deduce de la relaci¨®n de los interese de la deuda con el PIB a trav¨¦s de las cuentas fiscales. La diferencia consiste en refinanciaci¨®n de servicios de la deuda y atrasos en los pagos. De cualquier manera, los intereses de la deuda p¨²blica efectivamente pagados y su contrapartida, el excedente de las operaciones externas del sector privado, provocan una expansi¨®n monetaria extraordinaria.
Cuando el Estado no logra cumplir con los compromisos financieros externos sin creaci¨®n de liquidez, la inflaci¨®n se convierte en el mecanismo obligado del ajuste. Se genera as¨ª un impuesto inflacionario. Si todav¨ªa esto no alcanza para deprimir las importaciones y generar el super¨¢vit necesario en el balance de pagos, el aumento de la tasa de inter¨¦s complementa la tarea necesaria de deprimir la demanda privada.
La utilizaci¨®n de la restricci¨®n monetaria como instrumento principal para alcanzar las metas buscadas se refleja de este modo en la liquidez del sistema y en tasas de inter¨¦s espectaculares.
Este proceso de ajuste es particularmente cr¨ªtico en Argentina. En cualquier circunstancia, y en todas partes, reducir los bienes y servicios disponibles para el consumo y la inversi¨®n interna en un 6%, para transferir recursos al exterior, constituye un esfuerzo extraordinario. En la actual situaci¨®n argentina, la empresa es todav¨ªa m¨¢s complicada, por el contexto en el cual se realiza tama?o ajuste.
Una de las manifestaciones m¨¢s cr¨ªticas del ajuste en Argentina, aparte del aumento de la tasa de inflaci¨®n hasta niveles extraordinarios, es la ca¨ªda de la tasa de capitalizaci¨®n. Hist¨®ricamente, la relaci¨®n inversiones/PIB super¨® el 20%. En los tres ¨²ltimos a?os cay¨® bruscamente, y en 1984 fue del orden del 12%. La diferencia equivale pr¨¢cticamente al super¨¢vit comercial.
La respuesta argentina al proceso de ajuste es m¨¢s perversa que en M¨¦xico y Brasil. En estos pa¨ªses, los a?os previos fueron de fuerte crecimiento e industrializaci¨®n. Brasil, por ejemplo, respondi¨® al ajuste con una formidable expansi¨®n de las exportaciones de manufacturas. En tales condiciones, el ajuste no resulta incompatible con el proceso interno de transformaci¨®n estructural y cambio tecnol¨®gico. En Argentina, dado el proceso previo de desindustrializaci¨®n (el producto industrial en 1984 fue un 10% m¨¢s bajo que en 1974), el repunte necesario de las exportaciones proviene s¨®lo del sector primario. En Argentina, la deuda y sus servicios profundizan, pues, el proceso de desindustrializaci¨®n y achicamiento de la econom¨ªa nacional.
es presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
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