El Madrid busca la unidad con su concentraci¨®n en la sierra
La plantilla del Real Madrid comenz¨® ayer su retiro en la sierra. Amancio, su entrenador, dej¨® clara su intenci¨®n principal: mantener una convivencia m¨¢s estrecha de lo habitual. Se trata de recuperar la unidad entre todos para contribuir a arreglar la situaci¨®n deportiva del equipo, tercero en la Liga de f¨²tbol, a 11 puntos del l¨ªder, el Barcelona, y con siete jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Posiblemente, por culpa de los resultados adversos, no se han podido ocultar ciertas diferencias de criterio entre los propios jugadores e incluso entre buena parte de ¨¦stos y el cuerpo t¨¦cnico.
La plantilla del Madrid ha sido, por lo general, una de las m¨¢s coherentes. Sus jugadores, por ejemplo, mantuvieron firmes una huelga, hace un par de temporadas, cuando el resto de los de Primera Divisi¨®n, salvo los del Zaragoza, les dejaron solos. Algo no ha funcionado este a?o. Hay quien asegura que por culpa exclusivamente de los malos resultados porque, de lo contrario, "no se hablar¨ªa de ello". Y hay quienes mantienen que se trata de algo "psicol¨®gico".Sin embargo, se han producido situaciones pol¨¦micas. Una de las justificaciones m¨¢s acusadas ha sido la del ascenso de varios j¨®venes al primer equipo, que ha generado "inexperiencia y un a?o de transici¨®n", argumento que, en la pr¨¢ctica, se presta a la duda razonable porque, Michel aparte, tanto Sanchis como Mart¨ªn V¨¢zquez, Butrague?o e incluso Pardeza, que volvi¨® al Castilla, ya llegaron al primer equipo con Di St¨¦fano.
"Falta de personalidad, de confianza, del esp¨ªritu cl¨¢sico del Madrid, y confusi¨®n por los cambios" son las tesis m¨¢s razonables barajadas por parte de los jugadores con mayor capacidad de an¨¢lisis. Otros han expuesto su disconformidad con Amancio: Gallego, llamado al orden dial¨¦cticamente; Juanito, apartado 17 d¨ªas del equipo y sancionado con 150.000 pesetas; Lozano, multado con 100.000 pesetas, y Valdano, en declaraciones tras el partido con el Athl¨¦tic de Bilbao que, aparentemente, han pasado inadvertidas: "Jugamos con desorden t¨¢ctico"; sin olvidar las multas a Pineda, Juan Jos¨¦, Mart¨ªn V¨¢zquez y otros por acudir a cenas de pe?as sin permiso.
Se han producido tensiones, algunas sacadas de quicio, por investigaciones a la b¨²squeda de informadores como si realmente existieran. Eso ha provocado no pocas crispaciones, falsas sospechas y acusaciones gratuitas. Se han dejado intuir, muy veladamente en alg¨²n caso, ciertos sentimientos de incomprensi¨®n por las preferencias casi exclusivas de la cr¨ªtica sobre las actuaciones de Butrague?o. Alg¨²n jugador lleg¨® a indicar en los pasillos de la Ciudad Deportiva madridista a un informador de un diario deportivo: "No hac¨¦is m¨¢s que alabar a un mocoso y quer¨¦is hundir a otros de una trayectoria importante". Hay quienes piensan con criterios sanos que tienen puesto en un equipo que no acaba de funcionar y quienes, sin acritud, consideran: "S¨®lo se nos se?alan las cosas negativas".
Defectos t¨¦cnicos
Tambi¨¦n quedan problemas t¨¦cnicos por resolver. Entre otros, la falta de recursos en los balones altos de una defensa que no salta y que el propio Amancio trastoc¨® por su conocida teor¨ªa del cambio. De repente, cuando funcionaba con Fraile, el sustituto del lesionado Bonet, con un gol recibido en siete partidos ligueros, aqu¨¦l, como otros, volvi¨® al banquillo. La falta de altura tambi¨¦n obliga en los planteamientos t¨¢cticos a variar los marcajes establecidos defensas blancos-delanteros rivales cuando llegan los saques de esquina y las faltas bombeadas; as¨ª, un medio, Sanchis, debe pasar a vigilar al mejor cabeceador rival en vez de hacerlo el central, San Jos¨¦, m¨¢s ¨²til ante los delanteros h¨¢biles que con los cl¨¢sicos rompedores. Bajo el marco, el problema a resolver es m¨¢s de futuro inmediato que de presente. El veterano Miguel ?ngel alterna acciones de su acreditada profesionalidad con igual falta de recursos en los balones altos, mientras a Agust¨ªn no se le ha dado la confianza necesaria nunca y Ochotorena sigue siendo una inc¨®gnita.
Tambi¨¦n se ha dejado ver que no existe el desdoblamiento necesario en la l¨ªnea media porque tampoco se produce apoyo constante desde detr¨¢s. Stielke es un soporte m¨¢s efectista que pr¨¢ctico en ese desdoblamiento, aunque mantiene su dominio atr¨¢s como defensa libre. La vistosidad del Buitre s¨®lo se ha traducido en tres goles ligueros. Y Santillana y Valdano, a quienes no les llegan m¨¢s de cuatro balones en los partidos de fuera de casa, parecen haber perdido capacidad f¨ªsica y moral a la hora del remate en los del Bernab¨¦u e intervienen poco en el juego.
Los directivos madridistas est¨¢n preocupados, aunque uno de los argumentos utilizados en la actual coyuntura ha sido el de la necesidad de aparentar serenidad. Se niega oficialmente, pero Molowny -negativa pol¨ªtica de ficha es al margen-, el manager general, sigue como recurso si empeora la situaci¨®n.
Voto de censura a De Carlos
En alguna reuni¨®n de la junta, cuando alg¨²n directivo ha preguntado qu¨¦ hab¨ªa de cierto sobre algunos puntos, indicados por los propios jugadores sobre la pizarra de vestuarios -"el bal¨®n sirve para algo m¨¢s que para firmarlo" o "que echen a Vorgic", el preparador f¨ªsico-, otro directivo ha contestado que s¨®lo eran bromas. La publicaci¨®n de unos datos aportados por Vorgic sobre el estado f¨ªsico de los jugadores ya hab¨ªa causado meses atr¨¢s cierto malestar.
La crisis ha generado alg¨²n movimiento de socios para conseguir un 10%, de firmas y una asamblea extraordinaria con voto de censura a Luis de Carlos. Al presidente le queda a?o y medio de mandato y ha afirmado que no se presentar¨¢ a la reelecci¨®n.
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