Un monstruo permeable

Giorgio Strehler (1921) simboliza para el teatro de nuestro siglo el modelo de lo que ha constituido y constituye en Europa el teatro p¨²blico. Para ello parti¨®, junto con Paolo Grassi, de unos presupuestos no especialmente originales, sino de los que se derivaban de la reconstrucci¨®n cultural de una Europa tras la II Guerra Mundial.Ellos consiguieron que el teatro p¨²blico, que aqu¨ª conocemos como teatros institucionales, pudiera ir adecu¨¢ndose a la evoluci¨®n de una sociedad en la que el teatro es una de las manifestaciones que m¨¢s r¨¢pidamente envejece, y en este sentido Strehler es hoy una figura emblem¨¢tica dentro del panorama esc¨¦nico mundial.

A lo largo de la historia del Piccolo Teatro de Mil¨¢n se han producido importantes saltos, grandes cambios e incluso giros brutales, como el que se produjo despu¨¦s de mayo de 1968. Y lo importante ha sido que esos cambios se han producido tanto desde el punto de vista estructural como desde el punto de vista est¨¦tico o esc¨¦nico.

Giorgio Strehler, director del Teatro de Europa, de Par¨ªs, ha demostrado a lo largo de su dilatada experiencia teatral ser un hombre sensible a los cambios que se producen, convirti¨¦ndose en un monstruo teatral permeable desde el punto de vista est¨¦tico, sobreviviendo y aventajando en muchas ocasiones aj¨®venes creadores que pertenecen a generaciones muy posteriores a la suya.