Jean-Luc Godard: "En 'je vous salue Marie' he querido hablar de lo eterno de lo femenino"
La 35? edici¨®n de la Berlinale comienza hoy en Berlin Oeste. El festival cinematogr¨¢fico dedicar¨¢ su secci¨®n retrospectiva a los efectos especiales desde el comienzo del cine. Una de las pel¨ªculas esperadas es Je vous salue Marie, de Jean-Luc Godard. El cineasta es el pirimero en extra?arse de la pol¨¦mica que ha levantado con su obra. El filme narra la historia, en nuestra ¨¦poca, de una mujer, Mar¨ªa, casada con Jos¨¦, que tiene un hijo llamado Jes¨²s. Como en la historia sagrada, ella afirma que su hijo fue engendrado sin intervenci¨®n de var¨®n. En Versalles se pidi¨® la prohibici¨®n de la pel¨ªcula. "A fuerza de tratar siempre con lo femenino", dice Godard, "he querido, por una vez, hablar de lo eterno de lo femenino".
Pregunta: Cuando preparaba esta pel¨ªcula, usted me dijo: "Mar¨ªa est¨¢ embarazada de la palabra".Respuesta: No me acordaba... Pero s¨ª, se puede decir as¨ª. La palabra en su sentido m¨¢s amplio.
P. Porque, al final, todas las terapias funcionan sobre la palabra, la confesi¨®n, el psicoan¨¢lisis...
R. Pero no el cine.
P. ?El cine no funciona con la palabra?
R. No en principio. Funciona tambi¨¦n sobre la palabra, pero no en principio. El catolicismo tampoco ha funcionado al principio con la palabra, ha funcionado con la imagen. Jes¨²s multiplic¨® los panes y los peces, y despu¨¦s cre¨® la leyenda. Primero llegaba la mujer ad¨²ltera, y despu¨¦s El hacia el comentario. Posteriormente, la Reforma suprimi¨® im¨¢genes, entre ellas la de Mar¨ªa, tal vez porque el protestantismo ten¨ªa una visi¨®n menos sana de la sexualidad... No menos sana, pero diferente.
P. ?No cree que sus seguidores van a sorprenderse un poco?
R. No tengo ni idea. Esta pel¨ªcula era algo larga de hacer. Hubo problemas t¨¦cnicos m¨¢s extensos que otros. He aceptado rodar otra pel¨ªcula para poder pagar ¨¦sta.
La joven de las j¨®venes
P. Este tema est¨¢ muy alejado de los que usted hac¨ªa, ?no?
R. No lo creo as¨ª. Como dec¨ªa Picasso, existe ese deseo de ir siempre "hasta el momento en que la pintura le rechaza a uno mismo". Cuando se ha tratado siempre con problemas de la pareja, cuando se ha tratado siempre -lo que se convierte en defecto- con historias de una mujer joven, tal vez sea normal que llegue un mo mento en que uno se diga: "hay que tratar a la joven de las j¨®venes" y que se llegue hasta Mar¨ªa.
P. M¨¢s vale dirigirse a Dios que a sus santos.
R. A Mar¨ªa, no a Dios. Adem¨¢s, Mar¨ªa no es mi problema, es el suyo. Pero debo ocuparme de ello...
P. Usted dice: "Mar¨ªa es la chica joven". Bien. ?Pero las mujeres no son todas chicas j¨®venes!
R. Al principio todas lo son, s¨ª Quiero decir, ?por qu¨¦ las ni?as son v¨ªrgenes? Podr¨ªan no serlo Podr¨ªan no serlo, pero lo son. Si lo son, ha tenido que haber un mo mento en que alguien se hiciera cargo de ello. No hablo del sufrimiento. El sufrimiento vino despu¨¦s, por el hijo, no por la hija; porque podr¨ªa haber tenido una hija, Mar¨ªa.
P. ?Y los hombres, nunca son v¨ªrgenes?
R. No. No de esa forma.
P. La castidad es una especie de punto de partida, mientras en la pel¨ªcula se tiene la impresi¨®n, por el contrario, de que es el punto de llegada.
R. No, es una dificultad del trayecto, como para los santos, como para san Francisco de As¨ªs.
P. Se podr¨ªa imaginar que la castidad es una soluci¨®n a la relaci¨®n sexual, decidir no terierla m¨¢s para no padecer...
R. Montones de gente se la aplican por momentos. Decimos: "No, yo no quiero eso". Tal vez, durante una. ma?ana no lo quererrios.( ...) No se puede rodar el parto de Mar¨ªa. Existen demasiadas preguntas. Seguramente, Lelouch hubiera rodado el parto. Bajo el agua, porque est¨¢ de rrioda. Se presentan demasiadas inc¨®gnitas. No podemos, no sabemos hacer eso. No de esta forma. Por eso no se ha tocado nunca este tema. No s¨¦ por qu¨¦. Porque Cecil B. de Mille cre¨® a Dios, le puso tina gran barba. Pensamos en Walt Disney... Podemos imaginar... a Jes¨²s, se le ha visto...
P. ...Decenas de veces.
R. ...Decenas de veces, pero a Jos¨¦ y Mar¨ªa, jam¨¢s. Sin emabargo, Mar¨ªa es un personaje, ?Jam¨¢s, nunca lo ha hecho el cine italiano! La pintura italiana lo ha hecho un poco, la alemana tambi¨¦n, la pintura francesa, durante cierta ¨¦poca nada m¨¢s.
( ... ) Lo hemos rodado todo tres o cuatro veces, lo cual es tremendo; ?siete meses de rodaje para una hora y diez minutos de pel¨ªcula! Hemos repetido todo hasta que lo creimos tolerable, aceptable. Pero tampoco hay que pedir la luna.
La distancia justa
P. ?Hay que buscar la distancia justa?
R. S¨ª, como un pintor. Pinta el ramo de flores y despu¨¦s se da cuenta de que deber¨ªa haber colocado el ramo tres metros m¨¢s atr¨¢s. As¨ª es que vuelve a empezar.
P. Y a Myriem Roussel, que hace el papel de Mar¨ªa, ?c¨®mo le explic¨® todo esto?
R. Intento, lo que a menudo desconcierta, no dirigir, empezar por... No s¨¦... Se podr¨ªa decir que es una pel¨ªcula que al final ha necesitado una ces¨¢rea.
Los actores quieren guardar el temajunto a su coraz¨®n y quieren gozar de ¨¦l, natural y normial, pero me inclinar¨ªa a decir: "La pel¨ªcula tiene que salir de otra forma. As¨ª que ten¨¦is que soltarlo, y escu charlo tambi¨¦n; despu¨¦s lo devol veis, y gozar¨¦is de ello si quer¨¦is gozar de ello".
P. Hay muchas cosas que evo can el documental en su pel¨ªcula
R. Son viejos trucos... En el documental siempre hace ffilta un primer plano.
P. ?Su familia es protestante?
R. Legalmente, por as¨ª decirlo.
P. ?Se le ha quedado algo?
R. Me acuerdo mucho del colegio, de los domingos y del templo... Iba all¨ª, a jugar al f¨²tbol o a hacer gimnasia. Hac¨ªa pairte del conjunto.
P. ?Se siente totalmente despegado de este asunto, de la existencia de Dios, del amor al pr¨®jimo?
R. Dicho as¨ª, s¨ª. Lo siento de otra manera, desde un ¨¢ngulo m¨¢s pr¨¢ctico, al igual que se pueden estudiar los sue?os si los analizamos. Haciendo Je vous salue Marie he terminado volvi¨¦ndome supers ticioso. Era la luna, que al salir me dec¨ªa que pod¨ªamos rodar.
P. ?La gente del equipo debi¨® sorprenderse bastante!
R. Se lo tomaban como chifladuras de Jean-Luc, lo cual me pa rece una l¨¢stima.
P. ?Nunca hab¨ªa hecho esto?
R. No, nunca.
P. Y en Detective, la pel¨ªcula suya que saldr¨¢ en primavera, ?se ha vuelto a producir?
R. No, no tiene nada que ver.
Una forma de ver
P. Entonces era el tema el que ped¨ªa esto.
R. El tema creo que s¨ª. Hemos perdido una forma de ver; el p¨²blico, con la televisi¨®n, las revistas, ha perdido la facultad de ver con los ojos y los o¨ªdos. Se necesita un c¨®digo preciso para ver, para entender. Recuerdo que Myriem me preguntaba: "Pero ?por qu¨¦ se pone la mano sobre la tripa y dice: 'No escaparemos el uno del otro?"". Le dec¨ªa: "Cuando ves a un agente de polic¨ªa echarle mano a un ladr¨®n y decirle 'No escaparemos el uno del otro', lo entiendes en seguida. ?Necesitas que te explique esto? ?Necesitas que te diga no escapar¨¢s a tu sexo, frases que sirven para todo?".
P. ?Tiene la sensaci¨®n de haber rodado una pel¨ªcula acerca de un tema sagrado?
R. No, en absoluto. Un tema laico y normal.
P. Tiene gracia. Adopta hacia la religi¨®n, a la vez un cierto respeto e indiferencia.
R. Indiferencia, no. He debido decirme a m¨ª mismo algo como "ya es hora, de que veas cosas que deben ex¨ªstir, debe ser el momento de sentir que estas cosas no son tan tonitas ni pretenciosas como se ha dicho en alguna ocasi¨®n".
P. ?Cree que este tema tiene que ver con esta ¨¦poca? Volver a una historia tan vieja...
R. No es tan vieja... Hay muchas chicas a¨²n que se llaman Mar¨ªa, casi. tantas como antes. Es un nombre antiguo, pero hay muchos nombres antiguos que ya no existen. Pero no ¨¦ste. Mar¨ªa, extra?amente, no tiene fechas. Eso tambi¨¦n es lo eterno. O m¨¢s bien tambi¨¦n existe lo eterno en lo femenino. Digamos que a. fuerza de tratar siempre con lo fenienino he querido, por una vez, hablar de lo eterno de lo femenino.
P. ?No es una es,pecie de incertidumbre general sobre qu¨¦ se debe hacer y qu¨¦ no se debe hacer, sobre qu¨¦ se puede decir y qu¨¦ no, qu¨¦ hace que...
R. ...Nos refugiernos...
P. S¨ª.
R. No, en absoluto. Creo que es un tema corriente. Bueno, me gustar¨ªa que me dijeran que tengo alguna f¨¢ceta demasiado parecida a Jes¨²s. Por lo menos, ¨¦l ten¨ªa disc¨ªpulos. Yo no los tengo, y no los quiero. Me ha parecido normal hacer esta pel¨ªcula.
Le Nouvel Observateur.
Babelia
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