Tabaquismo y c¨¢ncer de pulm¨®n
La relaci¨®n entre la enfermedad y el tabaco est¨¢ abrumadorarnente probada
El tumor maligno que ha experimentado un aumento m¨¢s alarmante en los ¨²ltimos a?os es el c¨¢ncer de pulm¨®n. Casi desconocido en las dos o tres primeras d¨¦cadas de este siglo (hasta el punto de que los especialistas de aquella ¨¦poca tardaban a?os en reunir series de apenas un centenar de casos), su incidencia ha progresado de manera extraordinaria y en la actualidad constituye la primera causa de muerte por c¨¢ncer en el var¨®n. No es extra?o, pues, que algunos autores hablen de una aut¨¦ntica epidemia.El t¨¦rmino c¨¢ncer de pulm¨®n, aunque admitido y de uso generalizado, es t¨¦cnicamente inadecuado, pues el tumor maligno se origina casi siempre en la mucosa de los bronquios. Existen, por otra parte, diferentes tipos de c¨¢ncer broncopulmonar, cada uno de los cuales cuenta con peculiaridades de enorme trascendencia cl¨ªnica.
Son abrumadoras las pruebas que relacionan el c¨¢ncer pulmonar con el h¨¢bito de fumar cigarrillos. Raro es, salvo en ciertas formas particulares de c¨¢ncer de pulm¨®n, que el enfermo no tenga antecedentes importantes de tabaquismo, y los dos tipos de c¨¢ncer broncopulmonar m¨¢s ¨ªntimamente relacionados con el tabaco (el carcinoma epidermoide pulmonar y el carcinoma anapl¨¢sico de c¨¦lulas peque?as)son precisamente aquellos cuya frecuencia ha aumentado de forma m¨¢s desorbitada.
No se conoce todav¨ªa con precisi¨®n el mecanismo que explique la asociaci¨®n entre c¨¢ncer pulmonar y tabaco (a cuyos hidrocarburos se achaca la acci¨®n cancer¨ªgena). Se sabe, sin embargo, que el riesgo aumenta proporcionalmente con el tiempo que se mantenga el h¨¢bito, el n¨²mero de cigarrillos consumidos diariamente y la costumbre de inhalar el humo. Hace ya algunos a?os se calcul¨® (estad¨ªsticas en mano) que el riesgo de desarrollar c¨¢ncer pulmonar es 46 veces mayor en un fumador de un paquete o paquete y medio al d¨ªa que en un no fumador. Ese riesgo se reduce a una posici¨®n intermedia (que tambi¨¦n ocupan los fumadores de pipa o puros) si el fumador abandona el h¨¢bito.
SE PUEDE PREVENIR
El c¨¢ncer de pulm¨®n es, sin duda, una de las plagas de la sanidad actual. Pero su frecuencia creciente revela tambi¨¦n su principal agente causal, y as¨ª cabe, parad¨®jicamente, sacar una consecuencia esperanzadora: es una enfermedad susceptible de prevenci¨®n. Una enfermedad cuya alta incidencia puede reducirse mucho, de manera sencilla e inmediata, evitando o abandonando el tabaco. La lucha contra el tabaco constituye, por tanto, una necesidad social.
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