Nicol¨¢s M¨¹ller
Fot¨®grafo de la intelectualidad espa?ola durante casi 30 a?os, vive retirado en una aldea asturiana
El fot¨®grafo Nicol¨¢s M¨¹ller, cuyo estudio de Madrid fue lugar de encuentro y cita obligada para artistas e intelectuales a lo largo de casi 30 a?os, ha elegido una aldea asturiana, Andr¨ªn, como refugio definitivo de su jubilaci¨®n. Natural de Orosh¨¢za (Hungr¨ªa), M¨¹ller lleg¨® a Asturias, de la mano del periodista Fernando Vela, en 1947. La emoci¨®n que sinti¨® al conocer la comarca de Llanes, no alcanzada despu¨¦s en ninguno de los innumerables viajes que hizo para recoger Espa?a en im¨¢genes, permanece hoy m¨¢s viva que nunca. Gij¨®n y Oviedo acoger¨¢n pr¨®ximamente su m¨¢s ilusionada exposici¨®n antol¨®gica.
En abril, "cuando viaje por ¨²ltima vez a Hungr¨ªa", Nicol¨¢s intentar¨¢ conseguir un cachorro de puli, el perro que utilizan los pastores magiares para guardar los reba?os. Quiere tener en su casa de Andr¨ªn (Llanes) una referencia viva del pa¨ªs natal que tuvo que abandonar en 1938, cuando ten¨ªa 25 a?os: fue uno de los pocos judicos precavidos que intuyeron a tiempo el peligro nazi. El puli, "si llega bien despu¨¦s del viaje en avi¨®n", compartir¨¢ la vida con M¨¹ller y sus actuales e inseparables compa?eros: el paisaje, el orbayu y el silencio".Precursor de la fotograf¨ªa social en Hungr¨ªa, Nicol¨¢s M¨¹ller es autor de una impresionante serie de im¨¢genes sobre la vida campesina y rural de los a?os treinta en su patria, varias veces reeditada en libros. La colecci¨®n constituye un valioso documento, realizado por quien entonces no era m¨¢s que un joven doctor en derecho y pol¨ªticas por la universidad de Szeged, hijo de una familia acomodada y amigo ¨ªntimo del poeta Radncoti Miklos, tambi¨¦n jud¨ªo y hoy gloria literaria nacional de Hungr¨ªa.
Despu¨¦s, a partir de 1938, el a?o de la huida, todo ser¨ªa distinto. El mismo d¨ªa en que tom¨® el tren hacia Par¨ªs para escapar de la amenaza de Hitler, sospech¨® que iniciaba una etapa en que lo m¨¢s dif¨ªcil era tambi¨¦n lo m¨¢s elemental: sobrevivir. Ahora, a 50 a?os vista, M¨¹ller se considera un privilegiado que vive solo y feliz en su casa de Andr¨ªn, la tierra a donde le trajo su entra?able Fernando Vela, a quien conoci¨® primero en el peri¨®dico Espa?a, de T¨¢nger, y en la Revista de Occidente, m¨¢s tarde. Que uno de sus cuatro hijos, Ana, haya elegido la fotograf¨ªa como medio de vida y expresi¨®n colma a¨²n m¨¢s su satisfacci¨®n, tan s¨®lo empa?ada a veces por esa rid¨ªcula pensi¨®n de jubilado que cobra cada mes: 24.450 pesetas.
Nicol¨¢s M¨¹ller, fuente de inspiraci¨®n para Luis Megi.no y Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n en la pel¨ªcula Maravillas, vivi¨® en Madrid su etapa de mayor actividad profesional. En su estudio, primero en la Castellana y despu¨¦s en Serrano, posaron los m¨¢s prestigiosos artistas e intelectuales: Ortega, Azor¨ªn, Baroja, Manolete y Eugenio d'Ors son ya retratos cl¨¢sicos, im¨¢genes habituales en cualquier publicaci¨®n del mundo. En su archivo de Madrid a¨²n conserva una selecci¨®n de 500 negativos, correspondientes a otros tantos personajes escogidos, que un d¨ªa M¨¹ller ofreci¨® al entonces ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, sin conseguir contestaci¨®n a su propuesta.
Sobrepasada ya la frontera de los setenta a?os, Nicol¨¢s mantiene intacta su fobia a los germanos. Ir¨®nico desde siempre, rechaza que exista parecido entre ¨¦l y Fernando, el fot¨®grafo de Maravillas: "Cuando me ense?aron el gui¨®n, s¨®lo les hice una observaci¨®n: el personaje no pod¨ªa contemplar desde su terraza la torre de la sinagoga, porque las sinagogas no tienen torre". Los cuadros de Lorenzo Go?i, las visitas de sus amigos j¨®venes y la m¨²sica cl¨¢sica llenan el vac¨ªo de Andr¨ªn. M¨¹ller no quiere m¨¢s. Ya s¨®lo le falta el puli.
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