Cuatro iran¨ªes acusados de planear actos terroristas afirman que son v¨ªctimas de una conspiraci¨®n
Cuatro ciudadanos iran¨ªes detenidos en Barcelona en julio de 1984 y acusados de intentar realizar sendos atentados con explosivos en los aeropuertos de Barajas y El Prat contra enemigos del r¨¦gimen del im¨¢n Jomeini, negaron ayer en el juicio cualquier participaci¨®n delictiva y denunciaron que todo el caso era una conspiraci¨®n de los servicios de espionaje norteamericano (CIA) e israel¨ª (Mossad). El fiscal pide para tres de ellos, Seyed Jabbar Hosseini, Hassan Hassani y Shorab Dezfouli, penas de 21 a?os de prisi¨®n, y para Nasser Mohamed Rabbani, siete a?os y tres meses. El juicio se reanuda hoy.
Seg¨²n el escrito de conclusiones del fiscal, que no recoge todas las acusaciones formuladas por la polic¨ªa a ra¨ªz de la detenci¨®n de los cuatro persas, Hosseini y Hassani, desde antes de 19 82, estaban integrados en una c¨¦lula clandestina, de matiz revolucionario y terrorista, aunque aparentaban realizar estudios acad¨¦micos en Espa?a. Esta c¨¦lula, dirigida desde el extranjero, ten¨ªa como objetivos atentados con armas y explosivos contra la vida o bienes de personas o entidades consideradas enemigos de fe o traidores a su militancia revolucionaria. Las casas, de los m¨¢rtires de la revoluci¨®n eran la cobertura legal del grupo.En enero de 1982, siempre seg¨²n el escrito del fiscal, Dezfouli alquil¨® un piso en la calle de Muntaner, de Barcelona, para los M¨¢rtires de la Revoluci¨®n, asociaci¨®n destinada a ayudar a las v¨ªctimas de la guerra irano-iraqu¨ª. En febrero de 1983, Hosseini se hizo cargo de la direcci¨®n del grupo, y en mayo de 1984, Hassani se instal¨® en el piso citado y colabor¨® con los otros dos en los planes de atentar contra los enemigos de su causa pol¨ªtica. En la primavera de 1984 recibieron dos metralletas, dos lanzagranadas anticarros con su munici¨®n respectiva, cuatro proyectiles de un kilogramo cada uno de explosivo C-4 y varios metros de mecha lenta. Las armas fueron ocultadas en un doble fondo de un armario del piso de la calle de Muntaner, donde fueron ocupadas por la polic¨ªa.
Rabbani fue contratado en Teher¨¢n, en mayo de 1984, por miembros de los Comandos 19l¨¢micos para que fuera el ejecutor material de un atentado con armas que los otros tres hab¨ªan planeado que se llevara a cabo en Madrid. Rabbani lleg¨® a Espa?a con pasaporte falso, y su detenci¨®n y la de los otros, seg¨²n el fiscal, impidi¨® que se realizaran los atentados en los aeropuertos. Hosseini y Hassani hab¨ªan estudiado los aviones con destino a Kuwait.
Los cuatro acusados negaron su participaci¨®n en los hechos delictivos que se les imputan y afirmaron que todo se trataba de una conspiraci¨®n de los servicios secretos norteamericano (CIA) e israel¨ªes (Mossad). Afirmaron que un hombre de estos servicios, que se hizo pasar por musulm¨¢n, entreg¨® una caja con las armas en el piso de la calle de Muntaner afirmando que eran libros, y que pasar¨ªa a recogerlos. Hosseini dijo que hab¨ªa sido torturado por la polic¨ªa, y que la raz¨®n por la que acud¨ªa a los aeropuertos era la misma que la que le impulsaba a ver el mar: "para superar las depresiones que le produc¨ªa el ver a los heridos de la guerra".
Hassani afirm¨® que fue interrogado en comisar¨ªa por un miembro de la Embajada de Estados Unidos en Madrid, que le amenazaba, y Rabbani dijo que viaj¨® a Espa?a para evitar ser enviado a la guerra. Varios testigos de la defensa informaron del car¨¢cter pac¨ªfico de Dezfouli, y uno de los inspectores de la Brigada de Informaci¨®n Exterior que detuvo a los iran¨ªes dijo que estaban relacionados con los Comandos Isl¨¢micos por el tipo de objetivos y Por el de los explosivos encontrados . Dijo que en los interrogatorios policiales fue utilizado un int¨¦rprete de la Embajada de Estados Unidos porque era el ¨²nico que conoc¨ªa el idioma, ya que los antijomeinistas, se negaron, y de los miembros de la Embajada iran¨ª no se pod¨ªan fiar.
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