Per¨², una democracia en estado de letargo
Empobrecimiento imparable y elecciones a la vista con temor a la intentona militar
En la calle Camana, en pleno centro de Lima, filas de hombres y mujeres se abalanzan fisicamente sobre los autom¨®viles, calculadora en mano, para ofrecer un cambio de d¨®lares a precio ventajoso. Son parte de una aut¨¦ntica legi¨®n de campesinos emigrados, trabajadores sin empleo, j¨®venes desocupados que cada ma?ana caen sobre la capital en busca de una limosna, unos soles por limpiar el parabrisas o una cartera distra¨ªda a un turista.
Dos de cada tres de los seis millones de habitantes de Lima sobreviven gracias -directa o indirectamente- a las actividades informales, una econom¨ªa subterr¨¢nea que ha crecido desmesuradamente y que abarca hoy desde grandes comercios hasta puestos de fruta callejeros, seg¨²n el estudio hecho por el economista Hernando Soto.El 62% de los peruanos sufre desnutrici¨®n, la clase media es pr¨¢cticamente inexistente, y s¨®lo un 10% de la poblaci¨®n dispone de ingresos suficientes como para llevar una vida sin graves limitaciones.
Per¨² tiene que hacer frente a una deuda externa de 13.500 millones de d¨®lares. Si el Gobierno decidiese pagar simplemente los intereses que esa cantidad supone en un a?o tendr¨ªa que dedicar a ello aproximadamente el 75% de sus exportaciones, con lo que estar¨ªa obligado a renunciar a todos los proyectos sociales. Cada a?o tiene que destinar, adem¨¢s, entre 300 y 400 millones de d¨®lares a la importaci¨®n de alimentos, entre ellos patatas, de las que Per¨² era un productor tradicional.
En estas condiciones, el pa¨ªs se dispone a cumplir una etapa hist¨®rica. Por primera vez en m¨¢s de 40 a?os, un presidente civil entregar¨¢ el pr¨®ximo mes de julio el poder a otro r¨¦gimen civil surgido de unas elecciones democr¨¢ticas sin que haya mediado ning¨²n gobierno de facto. Con toda probabilidad, el partido Acci¨®n Popular, del presidente Fernando Bela¨²nde Terry, ser¨¢ borrado del mapa en las elecciones del pr¨®ximo 14 de abril y sustituido, tambi¨¦n muy probablemente, por el candidato de la Alianza para la Revoluci¨®n Americana (APRA), Alan Garc¨ªa, un hombre de 35 a?os, de quien los peruanos no saben nada pero lo esperan todo.
En el debe de Bela¨²nde hay que situar la cat¨¢strofe econ¨®mica que sufre el pa¨ªs y su incapacidad para atajar el crecimiento del terrorismo de Sendero Luminoso. En su haber, el mantenimiento de un sistema democr¨¢tico respetuoso de las libertades p¨²blicas, con excepci¨®n de las tres regiones puestas bajo estado de emergencia para combatir el terrorismo. Aunque se trate de una democracia inerte, incapaz de hacer frente a los problemas del pa¨ªs: "Bela¨²nde ha sido un calzonazos, ha sido la mayor decepci¨®n sufrida por este pa¨ªs en muchos a?os", comenta un periodista de uno de los pocos medios peruanos que ha utilizado la libertad de prensa para elevar la calidad de la informaci¨®n.
Bela¨²nde lleg¨® al poder en 1980 como la evidencia m¨¢s palpable del triunf¨® del poder civil sobre el militar. Despu¨¦s de 12 a?os de lo que se denomin¨® un r¨¦gimen de "humanismo revolucionario" o "la v¨ªa peruana hacia el socialismo", que dej¨® al pa¨ªs con m¨¢s deudas y menos producci¨®n, las fuerzas armadas devolvieron el poder al mismo hombre, al que se lo hab¨ªan arrebatado.
Expectaci¨®n defraudada
El actual presidente peruano fue recibido con grandes expectativas. Sin embargo, llevando al extremo su teor¨ªa de que "gobernar es construir", se olvid¨® -sin duda influido por su condici¨®n de arquitecto- de lo primero, para lanzarse a una enloquecida carrera por edificar viviendas y trazar carreteras, alguna de las cuales quiz¨¢ no se acabar¨¢n jam¨¢s por falta de presupuesto.Per¨² est¨¢ rozando la categor¨ªa de insolvente a juicio de la banca internacional. No puede hacer frente a los compromisos contra¨ªdos con el Fondo Monetario Internacional y, sin duda, no podr¨¢ cumplir con el pago de 1.050 millones de d¨®lares que se le exige para el a?o en curso. El APRA y la izquierda piden una refinanciaci¨®n de la deuda externa y una moratoria en el pago de tres a cinco a?os. El futuro tampoco es muy optimista. "El campo, donde trabaja el 40% de la poblaci¨®n, aunque s¨®lo produce el 9% del producto interior bruto, est¨¢ descapitalizado", asegura Felipe Ortiz de Zeballos, editor de la revista Per¨² Econ¨®mico. Los agricultores, huyendo del hambre, se refugian en los suburbios de las ciudades.
"El futuro es muy malo, ha habido una ca¨ªda del nivel de vida, tal que esto es un caldo de cultivo para la insurrecci¨®n y todas las teor¨ªas extremistas", considera el escritor Mario Vargas Llosa. En Per¨² se registran 5.000 muertos en circunstancias violentas al a?o, muchos de ellos v¨ªctimas de la delincuencia com¨²n. "El peligro est¨¢ en muchos j¨®venes que, no viendo ninguna soluci¨®n a estos problemas, buscan con su natural generosidad una salida hasta violenta", opina el obispo Luciano Metzinger.
Centrados en ofrecer medidas contra el hambre, los temas de la violencia y las violaciones de los derechos humanos s¨®lo ocupan un lugar secundario en las preocupaciones expuestas por los partidos pol¨ªticos en esta campa?a electoral. Sin embargo, Sendero Luminoso consolida su implantaci¨®n en Ayacucho, y las fuerzas armadas disponen de carta blanca para hacerle frente a la argentina, con desaparecidos (entre dos centenares y un millar, seg¨²n distintas fuentes), torturas y detenciones masivas. El Gobierno de Bela¨²nde ha perdido totalmente el control sobre el Ej¨¦rcito en las zonas de lucha antiterrorista, y es dificil que el APRA, tradicionalmente enfrentado a. las fuerzas armadas, lo pueda recuperar sin asumir un serio riesgo de golpe de Estado.
"Hay derechos humanos violados. Puede ser que entre las denuncias de Amnist¨ªa Internacional haya muchas que no sean exactas; es muy posible, hasta probable; pero, con todo, hay muchos casos reales de violaci¨®n de derechos humanos, casos comprobados, y me Parece que esto necesita un reacci¨®n", denuncia el obispo Metzinger.
"Nunca se debe utilizar para vencer la violencia la tortura, la desaparici¨®n de personas. Hay que actuar dentro de la ley", a?adi¨®.
Vargas Llosa explica esto por el hecho de que "nosotros no somos una democracia consolidada, sino un pa¨ªs donde hay un sistema pol¨ªtico democr¨¢tico, pero en el que la sociedad no es democr¨¢tica". "Nuestras instituciones", a?ade, "no son democr¨¢ticas, el Ej¨¦rcito no es democr¨¢tico, el poder judicial no es democr¨¢tico, los partidos pol¨ªticos no tienen una tradici¨®n democr¨¢tica. Sobre este proceso democr¨¢tico pende como una espada de Damocles el peligro de un golpe de Estado".
Las encuestas dan como m¨¢ximo candidato para recoger esta herencia a Alan Garc¨ªa, que inaugura una etapa de socialdemocracia en el partido m¨¢s antiguo del pa¨ªs. Sus rivales mejor situados son el actual alcalde de Lima, Alfonso Barrantes, l¨ªder de la Izquierda Unida (coalici¨®n de partidos de la izquierda radical), y Luis Bedoya Reyes, del Partido Popular Cristiano, quien, al frente de la coalici¨®n de centro-derecha Convergencia Democr¨¢tica, aspira a los votos conservadores que ha perdido Fernando Bela¨²nde.
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