Medina Azahara, supervivientes

Disc¨ªpulos directos y aventajados de Triana y, m¨¢s lejos a¨²n, de aquella generaci¨®n maldita de la m¨²sica popular espa?ola que encabezaron los sevillanos de Smash, Medina Azahara forman parte de una rama del rock espa?ol -que no la conforma ¨²nicamente el rock andaluz- agostada prematuramente por la invasi¨®n del rock m¨¢s reciente (me resisto a llamarlo nuevo o moderno) y sus propias contradicciones e insuficiencias.Una rama del rock que naci¨® asumiendo los postulados del progresismo de los setenta y que en Espa?a se reprodujo de manera geogr¨¢ficamente dispar. Andaluc¨ªa y Catalu?a fueron los centros fundamentales del que fue llamado rock con ra¨ªces, mientras que en Madrid algunos intentos paralelos -caso del grupo Granada- perecieron antes de tener tiempo de respirar.

En Catalu?a el movimiento acab¨® desembocando en la salsa, y en Andaluc¨ªa, en el rock andaluz, movimiento que tuvo gran ¨¦xito en un momento y que desapareci¨® con mayor rapidez de la que le hab¨ªa costado :imponerse, del que Medina Azahara son el ¨²nico ep¨ªgono superviviente.

La f¨®rmula era clara. Tomaba de la m¨²sica andaluza las l¨ªneas mel¨®dicas, las bases r¨ªtmicas y la manera de cantar y del rock la instrumentaci¨®n y el sonido. A ello se le a?ad¨ªa un intento de escribir textos l¨ªricos o comprometidos, heredados, en Espa?a como en Am¨¦rica, de la canci¨®n de autor, y un acercamiento al sinfonismo brit¨¢nico de esos mismos a?os, observable en la presencia prepotente de los teclados.

Su mayor handicap lo constitu¨ªa el peligro siempre presente de la grandilocuencia.

Sonido y estilo

Medina Azahara demostraron en su recital unas y otras cualidades. Tocaron bien, con precisi¨®n y solidez, tuvieron buen sonido y derrocharon profesionalidad en un local peque?o y poco adecuado. No obstante, poco han progresado en la evoluci¨®n del estilo, aunque sus canciones m¨¢s recientes indiquen su preocupaci¨®n por realizar una puesta al d¨ªa m¨¢s de sonoridad que de fondo.Tienen buenas canciones en su repertorio, antiguas, como Paseando por la mezquita, y modernas, como Soldado, y aunque el p¨²blico m¨¢s joven no les otorgue su apoyo decidido, es el suyo un camino tan bueno como cualquier otro -y mejor que muchos otros, simplemente mim¨¦ticos de lo que se hace en EE UU o el Reino Unido-, para encontrar formas propias que permitan un sello distintivo y competitivo al rock que se hace en Espa?a.