Los mineros brit¨¢nicos se rinden, al cabo de un a?o en huelga
Los mineros brit¨¢nicos se rindieron ayer a la evidencia -la mitad de ellos ya hab¨ªa vuelto a entrar en los pozos durante los ¨²ltimos d¨ªas- y votaron unilateralmente, por un estrecho margen (98.000 frente a 91.000), volver ma?ana a trabajar sin que mediara acuerdo alguno con la patronal. Atr¨¢s quedaron sus m¨²ltiples reivindicaciones, centradas en evitar el cierre de los pozos no productivos, y tan s¨®lo el espinoso tema de la amnist¨ªa para los 700 huelguistas despedidos parec¨ªa ser el argumento esgrimido por los mineros que se resist¨ªan a volver al trabajo tras casi un a?o de rebeld¨ªa. La Administraci¨®n Thatcher recalc¨® anoche que no piensa autorizar la readmisi¨®n de los despedidos.
El mayor conflicto laboral que registra la historia industrial del Reino Unido, cuyo coste puede elevarse a un bill¨®n de pesetas, concluy¨® sin pena ni gloria para ninguna de las dos partes.Los mineros se niegan a aceptar la derrota, y su m¨¢ximo l¨ªder, Arthur Scargill, ya ha anunciado que "la guerra de guerrillas seguir¨¢ en los pozos", seg¨²n informa desde Londres. Es mejor volver a trabajar con las espadas en alto que con la firma de un acuerdo humillante, estiman los dirigentes del sindicato minero.
Por su parte, las autoridades brit¨¢nicas no han ocultado que hubieran preferido que mediara un acuerdo antes de que la huelga, iniciada hace 357 d¨ªas, se diera por concluida, seg¨²n expres¨® anoche el portavoz de la Empresa Nacional del Carb¨®n.
La mayor¨ªa de los brit¨¢nicos ha mostrado repetidamente su disconfomidad con la huelga, lo que ha podido llevar al Gobierno a creer que estaba ganando la batalla en la calle. Pero las ¨²ltimas encuestas demuestran que el desgaste sufrido por el movimiento sindical, e indirectamente por el Partido Laborista, no tendr¨ªa un reflejo negativo en unas eventuales elecciones. Los brit¨¢nicos reparten por igual sus preferencias entre laboristas y conservadores, con los socialdem¨®cratas como terceros en discordia.
Y, lo que es m¨¢s grave para la Administraci¨®n Thatcher, los ciudadanos no est¨¢n de acuerdo con la forma en que Londres ha manejado el conflicto minero. La mayor¨ªa de los brit¨¢nicos cree que la actual pol¨ªtica gubernamental divide m¨¢s que une a la sociedad.
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