Nuevo clima de confianza entre los militares y Hassan II,que nombra siete nuevos generales
Rabat Siete altos oficiales de las fuerzas armadas marroqu¨ªes fueron ascendidos a generales por el rey Hassan II con motivo de las festividades en las que se conmemoraba el 24? aniversario del ascenso del rey al trono alau¨ª. El general Driss Ben Aomar, inspector general de las FAR, el cargo que m¨¢s se acerca al de ministro de Defensa, que en Marruecos no existe, fue ascendido a general de divisi¨®n. Se trata de la primera promoci¨®n a generales de oficiales marroqu¨ªes desde los golpes de Estado de 1971 y 1972, y, seg¨²n fuentes marroqu¨ªes, marca un nuevo clima de confianza entre el palacio real y las FAR.
Ese nuevo clima de confianza, se afirma, es la consecuencia de la colaboraci¨®n estrecha y directa a lo largo de estos ¨²ltimos ochos a?os de conflicto del S¨¢hara entre el rey Hassan Il y los altos oficiales.Seis coroneles mayores: el jefe de la Guardia Real, Mohamed Cherkaui; el director de la escuela militar, Abdelkader Lubaris; el jefe del Ej¨¦rcito del Aire, Mohamed Kabbaj; el jefe de la Gendarmer¨ªa, Hosni Berisliman; el jefe del Estado Mayor de las FAR, Mohamed Achabchar, y el jefe del Ej¨¦rcito Sur (S¨¢hara), Abdelaziz Bennani, fueron todos ellos ascendidos a generales de brigada.
Ayer, el monarca recibi¨® en su palacio de Marraquech la bei'a o renovaci¨®n del juramento de fidelidad al trono alau¨ª de las principales tribus del pa¨ªs. El d¨ªa anterior el rey hab¨ªa condecorado con el uissam (cord¨®n) alau¨ª a la embajadora norteamericana en las Naciones Unidas, Jeane Kirkpatrick, que, junto con el general Vernon Walters, represent¨® a Estados Unidos en las celebraciones.
Aunque esta vez el n¨²mero de invitados extranjeros ha sido reducido, estuvieron tambi¨¦n en Marraquech, adem¨¢s de invitados de Gab¨¢n, Guinea y otros pa¨ªses, el ex ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Michel Jobert, y el ex rey Sime¨®n de Bulgaria.
Para su 24? aniversario, Hassan II se enfrenta por primera vez en su mandato a una especie de crisis no declarada, al no haber podido a¨²n formar un Gobierno que responda a sus deseos de incluir en ¨¦l a los socialistas. Seis meses despu¨¦s de las elecciones generales de septiembre pasado, todav¨ªa no le ha sido posible definir una f¨®rmula gubernamental. Eso no significa la existencia de una crisis al estilo cl¨¢sico europeo, ya que, a los efectos del Gobierno, la Constituci¨®n deja toda libertad al rey para designarlo cuando desee.
Esca?os negociados
El Parlamento marroqu¨ª, por el contrario, entr¨® en funciones normalmente despu¨¦s de las elecciones; aunque, seg¨²n informaciones fidedignas obtenidas por EL PAIS, s¨®lo 51 esca?os de los 304 de que se compone la C¨¢mara legislativa fueron dejados a la libre competencia electoral. Todos los dem¨¢s fueron objeto de transacciones entre la Administraci¨®n y los partidos, extremo que estos ¨²ltimos niegan.Ese sistema de cuotas que, al parecer, ha existido en las elecciones marroqu¨ªes de septiembre, aunque se sustituye a la capacidad de elecci¨®n del pueblo no es, sin embargo, arbitrario, sino el resultado de la negociaci¨®n de la representatividad que la Administraci¨®n cree que tiene cada partido y la que estos mismos se atribuyen.
Los 68 recursos presentados al Tribunal Constitucional por otros tantos candidatos que se consideraron lesionados se refer¨ªan, al parecer, a esos 51 esca?os de libre competencia. Los socialistas presentaron 34 recursos, y el Istqlal, 32. Todos ellos fueron desestimados por el Tribunal Constitucional.
A pesar de esos usos y costumbres electorales, el Gobierno que, al parecer, hab¨ªa previsto el rey respond¨ªa, seg¨²n las mismas fuentes, a la influencia real de cada uno de los seis principales partidos pol¨ªticos, pero la negativa socialista a participar en el Gabinete frustra por el momento esos designios.
Sin embargo, la diplomacia marroqu¨ª, el sector m¨¢s criticado por la oposici¨®n, junto con el de la informaci¨®n, va a contar, al parecer, en breve con dos embajadores comunistas, uno de ellos probablemente en Bulgaria. Si los socialistas s¨®lo van a tener un embajador en la ONU Naciones Unidas, ello se debe fundamentalmente a su propia inhibici¨®n.
Al parecer, el rey de Marruecos hubiera deseado contar con m¨¢s embajadores socialistas, incluso para su Embajada en Madrid. Uno de los l¨ªderes m¨¢s importantes del Partido, Socialista, USFP, Abderrajman el Yussufi, fue, al parecer, sondeado discretamente para esa embajada, pero se neg¨® alegando motivos de salud.
Descartada en el presente una inestabilidad interior organizadamente suscitada, Hassan Il confirm¨® el domingo sus deseos de que Marruecos sea admitido como Estado asociado en la CEE y explic¨® su petici¨®n una vez m¨¢s como el resultado de la solidaridad ' y aceptaci¨®n por Marruecos del proyecto ideol¨®gico y pol¨ªtico, de democracia parlamentaria y liberal que presupone la afiliaci¨®n a la Comunidad.
Las dificultades de la deuda exterior- y su importancia, as¨ª como la austeridad, ya casi insomportable, que imponen los planes gubernamentales para salir de la crisis econ¨®mica, y el conflicto del S¨¢hara, constituyen los problemas principales para los cuales ninguna soluci¨®n aparece a la vista por el momento.
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