Guido Crepax: "Me desagrada que vean en Valentina s¨®lo una figura er¨®tica
El dibujante de comics italiano Guido Crepax se encuentra en Barcelona para presentar la nueva revista La oca, que ha comenzado a publicar algunos de sus m¨¢s recientes trabajos (Por amor de Valentina y Dr¨¢cula). Crepax -que adapt¨® para las vi?etas Emmanuelle, Histoire d'O y Justine- considera que el elemento principal de su obra es la est¨¦tica y reconoce que le gusta el erotismo, aunque lamenta que algunos lectores vean en su m¨¢s apreciada criatura, Valentina, "s¨®lo una figura er¨®tica". El dibujante realiza actualmente una adaptaci¨®n de La venus de las pieles, de Sacher-Masoch y la que quiz¨¢ sea la ¨²ltima aventura de Valentina, que recientemente cumpli¨® 42 a?os y ya peina canas.
Resulta dif¨ªcil creer que este hombre de 51 a?os, t¨ªmido, cuidadosamente trajeado, de voz calma y suave y gestos cerrados, sea el padre de la m¨®rbida, bisexual y exhibicionista Valentina; que sus manos contenidas, blancas y pulcras, de dedos grandes y u?as cuidadas, hayan dado forma, con trazos curvil¨ªneos, a los cuerpos sensuales de Justine, Emmanuelle y tantas otras espectaculares venus nacidas de la tinta y el papel.Guido Crepax, hijo de un violonchelista, orgulloso padre de familia, arquitecto titulado aunque nunca ejerci¨® la profesi¨®n, admirador de Eisenstein y de la Nouvelle vague, apasionado de los juegos de mesa, amante del jazz, interesado en la figura de Trostky y en la Ilustraci¨®n francesa, "feminista" -seg¨²n su propia declaraci¨®n-, y persona a la que repugnan la violencia y el sadismo, es un hombre al que no molesta explicitar sus contradicciones.
"S¨¦ que mi gusto un poco infantil por los juegos casa con dificultad con mi inter¨¦s por el erotismo. Es algo. que ni yo mismo soy capaz de entender. Tambi¨¦n parece contradecirse mi odio por el sadismo con su aparici¨®n recurrente en mi obra. La verdad es que se trata de un terna que me atrae y me repele a un tiempo, aunque mi inter¨¦s se dirige no hacia lo real sino hacia la parte escenogr¨¢fica, a la est¨¦tica de la puesta en escena", explica Crepax.
"Hay pasi¨®n, y mucha, en mi trabajo", manifiesta el artista, al que desagrada "que piensen que dise?o fr¨ªamente". ?l mismo confiesa, sin embargo, que "no improviso al dibujar, no soy espont¨¢neo, acabo mucho a l¨¢piz el dibujo antes de pasarlo a tinta". Guido Crepax asegura ser autodidacta y realizar las figuras de sus hero¨ªnas sin modelos ni apuntes del natural. "Trabajo con la imaginaci¨®n", afirma, para precisar despu¨¦s que los cuerpos de las mujeres que dibuja son siempre muy parecidos y responder, a "un cierto ideal propio".
Compa?era inseparable
Crepax, hasta entonces ilustrador publicitario, entr¨® en el mundo del comic en 1965, y lo hizo con la que ya ser¨ªa su inseparable compa?era, la fot¨®grafa Valentina Rosselli, si bien no era ella la protagonista de esa primera historia. El episodio n¨²niero, uno in¨¦dito en Espa?a- se titul¨® la curva de Lesmo, en alusi¨®n a una zona del circu¨ªto de Moriza, en el que transcurr¨ªa parte de la acci¨®n. "Hac¨ªa entonces publicidad para Shell y dibujaba coches de carreras, una actividad que: me encanta", explica Crepax, que destapa una caja que trae consigo y muestra con t¨ªmido orgullo una colecci¨®n de diminutos autom¨®viles troquelados, dibujados por ¨¦l mismo y parte de un juego de mesa que ha inventado."En Valentina hay erotismo, pero tambi¨¦n muchas otras componentes como la aventura, el trabajo, los problemas sentimentales y familiares, etc¨¦tera, por eso me desagrada que haya gente que la ve s¨®lo como una figura er¨®tica", explica Crepax. El dibujante recuerda sus problemas con las feministas, que han criticado su obra, y manifiesta que "realmente no lo entiendo, en Valentina se defiende la emancipacion de la mujer en todos los sentidos".
La bella criatura de Crepax -inspirada flisicamente en la actriz Louise Brooks pero con significativas concomitancias ideol¨®gicas e incluso on¨ªricas con su creador- "es ciertamente exhibicionista, pero no creo que eso sea un defecto; aunque t¨ªmido, yo tambi¨¦n lo soy: me exhibo en mis dise?os. Me fastidia la hipocres¨ªa".
Una capricornio cuarentona
Crepax irrumpi¨® en el mundo del comic con la idea de revolucionarlo, tanto en el campo del contenido como en el de las formas narrativas. "Quer¨ªa elevar la estima del comic, que fuera considerado como un producto cultural". Valentina, con sus aventuras adultas, su montaje cinematogr¨¢fico -"basado en Resnais y los maestros rusos"- y las referencias pol¨ªticas, art¨ªsticas, sociales y hasta psicoanal¨ªticas -¨¦stas fruto de la amistad de Crepax con un grupo de lacanianos-, cumpli¨® con creces ese prop¨®sito.Ahora, Valentina, una capricornio de 42 a?os que naci¨® el d¨ªa de Navidad -igual que la esposa de Crepax- se enfrenta a un destino oscuro. Su creador, fiel a la original idea de que Valentina envejeciera a un irreversible ritmo natural, piensa que "quiz¨¢" deba desaparecer" cuando termine la historia que actualmente realiza.
Crepax, que dice no sentir ninguna simpat¨ªa por el color, a pesar de haberlo utilizado ocasionalmente, achaca al miedo a repetirse sus incursiones en los diferentes g¨¦neros del comic. Tambi¨¦n considera que ese miedo estuvo en la base de su cambio de estilo -de los cl¨¢sicos contrastes de masas blancas y negras al rayado que caracteriza sus producciones desde mediados de los 70-. "Sin embargo", se?ala, "creo que el ¨²nico que ha cambiado significativamente de estilo es Moebius".
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