P¨²blico conservador
El punto de m¨¢s alto inter¨¦s en los ¨²ltimos programas de la Orquesta Nacional (ONE), celebrados durante el fin de semana en el Teatro Real, era sin duda el estreno del Concierto para orquesta, de Carlos Cruz de Castro, un encargo de la ONE. Cruz de Castro mantiene el riesgo de no conformarse, de no ceder a otras instancias sino las que le dicta su voluntad de comunicaci¨®n, su nada improvisado trabajo compositivo. De ello es ejemplo el nuevo concierto y por serlo hubo de recibir la protesta -corta como los aplausos que la contrarrestaron- de una parte del p¨²blico de los viernes, probablemente el m¨¢s conservador de Europa.A trav¨¦s de una excelente versi¨®n, dirigida por V¨ªctor P. P¨¦rez, con una entrega y un conocimiento ejemplares, nos lleg¨® la casi media hora de mensaje, nada agresivo, estructurado por el compositor a trav¨¦s de una partitura que se revela consciente y minuciosa.
Orquesta Nacional de Espa?a
Director: V¨ªctor Pablo P¨¦rez. Solista: Jos¨¦ F. Alonso, pianista. Obras de Cruz de Castro, Prokofiev y Dvorak. Teatro Real. Madrid, 8, 9 y 10 de marzo.
Como, en la medida que sea, conviene buscar explicaciones a la reacci¨®n de un p¨²blico (el de los s¨¢bados y domingos en la ONE es diferente al de los viernes), no encuentro otra que la del car¨¢cter de situaci¨®n l¨ªmite que la obra de Castro supone a trav¨¦s de un interesante -en ocasiones muy belloy prolongado proceso transformatorio dentro de unas limitaciones previamente aceptadas o, si se quiere, concretivadas. Un desarrollo caleidosc¨®pico y sistematizado, establecido con vistas a funciones expresivas, nos da una sucesi¨®n de im¨¢genes siempre diferentes e intencionalmente an¨¢logas. Todo el primer movimiento me parece indiscutiblemente logrado, y la pega para el p¨²blico aludido se reduce a la extensi¨®n. Problema tantas veces repetido en la historia musical y que dio lugar a constantes recortes por parte de los int¨¦rpretes, hasta que acab¨® de entenderse el valor significativo de la duraci¨®n en cada partitura. Guste o no guste, pienso que reducida la obra de Cruz de Castro perder¨ªa su raz¨®n de ser, pues la longitud es elemento sustancial y no accesorio en el Concierto. Gracias a ella cobra realidad su car¨¢cter m¨¢gico, y se evidencia un modo de entender las relaciones entre nosotros y el tiempo, entre el estatismo y la movilidad. Cruz de Castro habr¨¢ sentido que sus pentagramas han tocado el auditorio, lo que me parece de importancia fundamental. Recogi¨®, en uni¨®n del director, aplausos y protestas con gesto imp¨¢vido. Como debe ser. En el Concierto primero, de Prokofiev luci¨® su belleza sonora, su claridad de juego, su recto pensamiento y su sereno bien hacer el pianista Jos¨¦ F. Alonso. Y la Sinfon¨ªa octava, de Dvorak, nos dijo la clase de director y m¨²sico que hay en V¨ªctor P. P¨¦rez, al que no se reconocen sus largos m¨¦ritos.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.