La casa de Miguel Hern¨¢ndez, convertida en un centro de estudios sobre el poeta
La Fundaci¨®n Banco Exterior ha financiado las obras de restauraci¨®n de la casa del poeta Miguel Hern¨¢ndez en Orihuela (Alicante). En ella se pretende crear una biblioteca que ser¨¢ el n¨²cleo de un futuro centro de estudios para profundizar en la obra y la vida del poeta oriolano, de quien se cumple el pr¨®ximo d¨ªa 28 de este mes el 43? aniversario de su muerte. La casa conserva la misma estructura que cuando era habitada por la familia del poeta, y se mantiene intacto el c¨¦lebre huerto donde una higuera y un limonero fueron rieles compa?eros de Miguel y sus m¨¢s directos amigos.
El presidente del Banco Exterior de Espa?a, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, explic¨® que existen conversaciones entre la fundaci¨®n y el Ayuntamiento de Orihuela para que en un futuro pr¨®ximo ambas entidades coordinen sus esfuerzos con el fin de reunir en sus dependencias la amplia bibliograf¨ªa existente sobre el poeta, al tiempo que se puedan exhibir manuscritos y recuerdos personales de Miguel, aunque parte de este material se encuentra bastante disperso. La viuda de Miguel Hern¨¢ndez, Josefina Manresa, guarda en su domicilio de Elche un ba¨²l con numerosos escritos del poeta, entre los que se encuentran las cartas que recibi¨® de ¨¦l desde Madrid, Mosc¨², el Reino Unido y la c¨¢rcel de Alicante, en la que acab¨® su vida.En la restauraci¨®n, cuyas obras est¨¢n pr¨¢cticamente terminadas y que se inaugurar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 28, se ha procurado devolver a la humilde casa de la calle de Arriba su estado original. La casa fue vendida por su propietario, el padre de Miguel, cuando ¨¦ste se qued¨® solo en Orihuela a?os despu¨¦s de la guerra civil y, recientemente, fue adquirida por el municipio.
La casa se encuentra en el arrabal oriolano, junto a la monta?a de San Miguel, al pie del seminario de Orihuela. En el monte todav¨ªa se pueden observar los peque?os caminos por los que Miguel acompa?aba al reducido reba?o de cabras de su padre. Se le ha devuelto el pavimento de baldosas de barro que ten¨ªa entonces y las dependencias de la casa han sido enlucidas con yeso moreno, como en la ¨¦poca en que la habit¨® el poeta y su familia.
Seg¨²n Manuel Molina, amigo de Miguel desde la infancia, ¨¦ste compart¨ªa la primera habitaci¨®n, a la derecha de la entrada, con su hermano Vicente. Otra habitaci¨®n era para sus dos hermanas, y una tercera, para sus padres. Tambi¨¦n se ha recuperado la cocina y el reducido espacio que serv¨ªa de comedor. En la parte trasera de la casa se conserva un patio donde se encuentra un pozo. Junto a, ¨¦ste, pero algo m¨¢s elevado, el huerto donde la higuera sigue dando testimonio del paso del poeta por este mundo.
Miguel Hern¨¢ndez naci¨® en la calle de San Juan, pero a los tres a?os fue a vivir a la casa de la calle de Arriba. All¨ª, en el peque?o huerto, escribi¨® su primer libro, Perito en lunas, en el a?o 1933. Dado que apenas ten¨ªa espacio para s¨ª dentro de la casa, utiliz¨® el huerto y el propio monte para escribir sus poemas.
La casa, humilde como correspond¨ªa a una familia de pastores, tiene una salida en su parte de atr¨¢s, que da directamente al monte por el llamado callej¨®n de los cantos, por el que Miguel, cada ma?ana, llevaba sus cabras a pacer. La presencia de algunos nopales es testimonio mudo de lo que fue el improvisado redil para el ganado de los Hern¨¢ndez. El poeta s¨®lo fue pastor unos pocos a?os, y, seg¨²n Molina, lleg¨® a alistarse en el ej¨¦rcito. Sin embargo, fue declarado excedente de cupo y no saldr¨ªa de su casa hasta el a?o 1934, en que viaja a Madrid por primera vez con el dinero que consigui¨® recoger de entre algunos amigos. De regreso, dej¨® el pastoreo voluntariamente y encontr¨® trabajo en la notar¨ªa de Maseres, donde aprendi¨® a escribir a m¨¢quina y escribi¨® los dos primeros actos de su auto sacramental Qui¨¦n te ha visto y qui¨¦n te ve, ni sombra de lo que eras.
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