La masoner¨ªa chilena
En la cr¨®nica del domingo 3 de marzo sobre la internacional mas¨®nica hay un lamentable error cuando se indica que la masoner¨ªa en Chile est¨¢ prohibida. Como ex miembro de la orden, fui protagonista de los hechos que acontecieron. In¨²tiles fueron las gestiones que se hicieron para que la Gran Maestr¨ªa hiciera una declaraci¨®n ante la grave situaci¨®n del pa¨ªs en v¨ªsperas del golpe militar. El s¨ªlencio se mantuvo. Al asumir el general Pinochet se vio una franca adhesi¨®n de la jerarqu¨ªa, especialmente de su gran maestro, Horacio Gonz¨¢lez C., alto miembro de la Iglesia Presbiteriana. Como manifestaci¨®n de compromiso con el Gobierno, su primera medida fue disolver la Logia Hiroin n¨²mero 65, de la cual era miembro activo el presidente Salvador Allende. En m¨¢s de una oportunidad conmin¨® a los jefes de logia para colaborar con el r¨¦gimen, a instancia del propio general Pinochet, el cual hab¨ªa sido miembro de la orden, llegando al segundo grado. Todo el consejo directivo de la orden de aquel entonces, y cuyos miembros en su mayor¨ªa siguen dirigiendo la instituci¨®n, no ocultaron su simpat¨ªa con el nuevo r¨¦gimen. Todo movimiento de protesta dentro de la orden fue silenciado. Cabe preguntarse: ?puede considerarse una masoner¨ªa regular que mancilla; sus principios?. O es tal la decadencia de la masonena sajona que permite tales hechos. Cuando el pa¨ªs vuelva a la normalidad que lo distingui¨® por su trayectoria democr¨¢tica, a la cual contribuyeron no s¨®lo los civiles, sino tambi¨¦n las fuerzas armadas; cuando cese la intromisi¨®n extranjera en la vida nacional, esperamos que la orden mas¨®nica reorganice sus cuadros y vuelva a ser la instituci¨®n que siempre defendi¨® las libertades p¨²blicas y que, como ejemplo digno de admiraci¨®n, hoy lo hacen la Iglesia cat¨®lica de Chile y el movimiento dem¨®crata.-
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