"?Cu¨¢ndo es la final, el d¨ªa 3 o el 4?", preguntaba S¨¢inz
Tres d¨ªas de vacaciones fue el premio que recibieron los jugadores madridistas nada m¨¢s acabar el partido. Lolo S¨¢inz, el entrenador, se lo comunic¨® a la plantilla en el vestuario. En el ambiente festivo que se viv¨ªa, la final de la Copa de Europa parec¨ªa no existir. "?Cuando es, el d¨ªa 3 o el 4?", preguntaba S¨¢inz. Lo importante era estar en ella porque, antes de comenzar el partido de ayer, nadie del equipo apostaba por ir a Atenas. Entr¨® el presidente, De Carlos. "Enhorabuena y muchas gracias" fueron sus palabras. Ni siquiera ¨¦l hab¨ªa confiado en el milagro.S¨¢inz, al t¨¦rmino del encuentro, desvel¨® el ¨¢nimo con el que sus jugadores se hab¨ªan enfrentado al Banco di Roma: "Est¨¢bamos desmotivados por la victoria del Cibona en Mosc¨². Sab¨ªamos que ya todo daba igual. La suerte estaba echada, perdi¨¦ramos o gan¨¢semos. Era l¨®gica, pues, la diferencia en contra con la que llegamos al descanso Pero despu¨¦s el equipo expe¨ªriment¨® una variaci¨®n porque, por el resultado del Granarolo-Maccabi, hab¨ªa serias posibilidades de que estuvi¨¦ramos en la final. Y nos dimos cuenta de que ser¨ªa muy triste ir a la final siendo arrasados en nuestro campo por el contrario. Nos transformamos y en la segunda parte salimos a comernos el mundo, jugando como sabemos, con fuerza, po der¨ªo y, sobre todo, orgullo. Te n¨ªamos el deber de ser unos brillantes finalistas y defender con u?as y dientes tal categor¨ªa".
La final contra el Cibona no quiere afrontarla S¨¢inz como una venganza de las dos derrotas sufridas frente a este equipo en la fase final de la Copa de Europa, "porque entonces seguro que perder¨ªamos. La final es a un solo partido, el m¨¢s importante, y como tal hay que encararlo. Nuestra experiencia nos tendr¨¢ que valer de algo. Pero, desde luego, nos vamos a enfrentar al mejor equipo de Europa, mientras nosotros no podamos demostrar lo contrario".
L¨®pez Iturriaga fue el jugador que resumi¨® el sentir del equipo: "Increible estar en la final. Ninguno de nosotros se lo pod¨ªa creer al principio del encuentro porque de dos posibilidades que ten¨ªamos de ir a Atenas, ya una hab¨ªa desaparecido. Empezamos a jugar muy mal porque est¨¢bamos todos m¨¢s atentos al partido de Bolonia que al nuestro y, claro, as¨ª nos fue. Luego fue distinto porque sabiendo que ¨¦ramos finalistas hab¨ªa que redondear la fiesta y nos crecimos". Y el Itu, Itu" reson¨® en el pabell¨®n. "Es que tengo muchos amiguetes que van a verme" se justific¨® el jugador.
Robinson, m¨¢ximo encestador del equipo, fue el jugador que m¨¢s contribuy¨® a crear el ambiente festivo con sus mates. "Es que en plena euforia, m¨¢s importante que jugar era hacer espect¨¢culo que es, adem¨¢s, lo que a m¨ª me gusta".
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