Divergencias de la compa?¨ªa con el INI sobre la renovaci¨®n de la flota
Las divergencias entre el Instituto Nacional de Industria (INI) y la compa?¨ªa Iberia en torno a la renovaci¨®n de la flota de la aerol¨ªnea aceleraron el relevo-cese de Carlos Espinosa de los Monteros en la presidencia de la compa?¨ªa de bandera espa?ola, aunque no haya sido el elemento determinante. Fuentes solventes aseguran que las diferencias en torno a este problema terminaron por pudrir unas relaciones que desde un principio nunca fueron buenas y que hab¨ªan provocado que el cese de Espinosa tuviera un vencimiento fijo en el INI.Fuentes oficiales se negaron ayer a comentar la que fue ¨²ltima fase en el tradicional enfrentamiento entre Croissier y Espinosa. Pero medios informados se?alan que algo importante ha tenido que suceder en las ¨²ltimas semanas para que el problema Espinosa fuera resuelto.
Seg¨²n personas que conocen a fondo al ex presidente de Iberia, Carlos Espinosa se sent¨ªa protegido por el ministro de Industria y Energ¨ªa, Carlos Solchaga, y por personas de su entorno, como el subsecretario de Industria, Eduardo Santos.
El cierre de este paraguas protector para Espinosa es situado en el momento en que surge la necesaria renovaci¨®n de la flota de Iberia. Ante las negociaciones en curso con la CEE y las dif¨ªciles relaciones con Washington, el contrato de Iberia con el potencial suministrador del modelo sustituto de la flota de 28 DC-9 se convierte en un tema de Estado que supera la esfera de decisi¨®n de la propia Iberia.
Seg¨²n fuentes informadas, el Gobierno no tiene decidido a¨²n qu¨¦ modelo de avi¨®n ser¨¢ seleccionado para sustituir la flota de DC-9 anticuados que tiene Iberia. Esta indecisi¨®n, sin embargo, no quiere decir que no se tengan ya ideas iniciales al respecto, fruto en parte de los an¨¢lisis realizados en torno al que se presenta como un contrato fabuloso de 100.000 millones de pesetas.
En el INI, donde Croissier ha firmado recientemente un acuerdo de colaboraci¨®n de la divisi¨®n del instituto con el proyecto del Airbus 320, se favorece la idea de inclinarse por la soluci¨®n europea, pese a que este modelo de avi¨®n, seg¨²n fuentes aeron¨¢uticas vinculadas a Iberia, no es un sustituto equivalente del DC-9. En realidad, el A-320 tiene 153 plazas y un radio de acci¨®n m¨¢s extenso que el DC-9, y su consumo de carburante por pasajero transportado es superior a otras alternativas consideradas.
Por su lado, Carlos Espinosa se mostraba partidario de una soluci¨®n calificada por fuentes informadas como m¨¢s flexible. Se tratar¨ªa de sustituir, en una primera fase, la treintena de aparatos DC-9 anticuados por un modelo equivalente que ofrece la Boeing (el B-737, avi¨®n birreactor de distancias cortas, con los motores en las alas y una capacidad para 127 pasajeros) o incluso con un modelo de la propia McDonnell Douglas a¨²n en fase de construcci¨®n (el MD-87, de 115 pasajeros), que ofrece las mismas caracter¨ªsticas que el sustituido pero es de dise?o y prestaciones m¨¢s modernas.
En una segunda fase, Iberia podr¨ªa optar por la soluci¨®n europea, cuando en el plazo de cuatro o cinco a?os tenga que proceder a renovar su flota de 36 Boeing 727, un trirreactor relativamente modernizado, con capacidad para casi 150 personas y que puede servir para tramos cortos y para distancias intermedias. De hecho, Iberia utiliza este modelo para las dos distancias, dependiendo del porcentaje de ocupaci¨®n del avi¨®n.
Seg¨²n algunas fuentes, el planteamiento de una batalla p¨²blica en torno a estas opciones hubiera atado de manos al Gobierno a la hora de proceder, en su momento, a una decisi¨®n definitiva sobre la renovaci¨®n de la flota.
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